BRASILIA, 27 Sep. (Notimérica)-
Al parecer Cataluña (España) no es la única región del mundo en realizar en los próximos días un referéndum indepedentista. La idea de independencia ha cruzado el charco y se ha instalado en tres estados del sur de Brasil impulsada por el movimiento Sur Libre, que llevará a cabo el próximo 7 de octubre una consulta ciudadana para forzar un referéndum de independencia oficial en 2018.
"Sufrimos una abominable sangría de recursos y siempre estamos sometidos a la mala distribución del pastel de los impuestos, la permanente discriminación presupuestaria relega a la Región Sur casi a la inexistencia, lo que nos deja sin ninguna esperanza de un futuro bajo la tutela de Brasilia", indicó a 'Sputnik' uno de los líderes del movimiento Sur Libre, Celso Deucher.
Se trata de los estados de Santa Catarina, Paraná y Río Grande do Sul, que cuentan con una población de aproximadamente 29 millones de personas y que ostentan los índices de renta per cápita más alto de Brasil.
El movimiento Sur Libre surgió en 1992 en la ciudad de Laguna, Santa Catarina, y posteriormente se extendió a los otros dos estados. En una consulta realizada por este movimiento en el 2016, el 95% de los encuestados afirmaron que los tres estados deberían unirse y formar un país fuera de Brasil, algo que no parece fácil a priori, no solo porque la Constitución brasileña no lo permite, sino porque en Brasil no hay partidos independentistas que defiendan esta tesis.
"Existen diputados simpáticos a la causa "sulista", pero este movimiento es apolítico y por eso no está entre sus objetivos conseguir representación en el Congreso o en las Asambleas Legislativas de los estados", asegura Deucher.
La estrategia, asegura, es presentar proyectos de ley de iniciativa popular para que se permita un referéndum oficial en 2018.
A pesar de que las diferencias con Cataluña son notables, los impulsores del movimiento Sur Libre ya se preparan para su particular referendo el 7 de octubre, en el que esperan convocar a un millón de personas, con 3.000 urnas distribuidas por los tres estados y 25.000 voluntarios haciendo turnos en las mesas de votación.