MADRID 17 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de República Democrática del Congo (RDC) ha confirmado este domingo que el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), respaldado por Ruanda, ha tomado el control de la capital de Kivu Sur, Bukavu, después de que en las últimas horas afirmara que el Ejército congoleño controlaba el territorio tras una "breve invasión".
El Ministerio de Comunicación y Medios ha afirmado que el Gobierno "sigue, hora a hora, la situación en Bukavu, marcada por la entrada del Ejército ruandés y sus aliados esta mañana". "Ruanda persiste en su plan de ocupación, saqueo y comisión de crímenes y graves violaciones de los Derechos Humanos en nuestro suelo", ha denunciado.
"El Gobierno está haciendo todo lo posible para restablecer el orden, la seguridad y la integridad territorial. Hace un llamamiento a la población de Bukavu a quedarse en casa y no exponerse para evitar ser blanco de las fuerzas de ocupación", reza un comunicado publicado en su perfil de la red social X.
La cartera ministerial ha aseverado que tanto Bukavu como la capital de Kivu Norte, Goma, "y todos los demás rincones ocupados" de ambas regiones "constituyen un símbolo de la resistencia". "Permanezcamos todos de pie, vigilantes, resilientes y unidos ante esta dura prueba, detrás de nuestras Fuerzas Armadas y del presidente", ha señalado.
Esta declaración llega apenas horas después de que la Presidencia congoleña indicara en un comunicado publicado en sus redes sociales tras una reunión con su gabinete que Bukavu, "invadida brevemente por los terroristas del M23, está controlada por el Ejército congoleño" y sus milicias aliadas.
Por su parte, la Alianza del Río Congo, entidad política que tiene en la milicia a su grupo más destacado, ha explicado que "desde la mañana del domingo" sus fuerzas "han estado trabajando para restablecer la seguridad de la población y sus bienes, para gran satisfacción de toda la población", debido a "la anarquía, la inseguridad, las masacres y los saqueos" tras "la derrota" de las Fuerzas Armadas que han "abandonado" la ciudad.
Sin embargo, ha reiterado su llamamiento "a un diálogo directo y sincero con el régimen de Kinshasa para abordar las causas profundas del conflicto y establecer una paz duradera en el país". "Invitamos a todas las fuerzas políticas y sociales opuestas al régimen ilegítimo de Kinshasa a unirse a su lucha constitucional para lograr un cambio radical en el sistema de Gobierno", ha expresado.
"Si las Fuerzas Armadas y sus aliados criminales abandonan su fallida campaña militar, se darán las condiciones para un alto el fuego, allanando el camino hacia una paz duradera, la coexistencia y la estabilidad en RDC. La alianza se reserva el derecho de proteger y defender a la población civil y las zonas liberadas contra cualquier atrocidad perpetrada por el régimen de Kinshasa y sus aliados", ha concluido.
Tras ello, el ministro de la Presidencia congoleña, Constant Mutamba, ha defendido que el jefe de Estado, Félix Tshisekedi, "fue elegido por el pueblo congoleño para un mandato de cinco años". "No aceptaremos ningún golpe de Estado que involucre al Ejército ruandés para desestabilizar las instituciones del país, legal y legítimamente establecidas. El pueblo está con su presidente", ha agregado.
Además, durante la jornada, la ONU ha informado de que en la víspera su secretario general, António Guterres, se reunió con la primera ministra congoleña, Judith Suminwa, con quien abordó "la situación en la zona este del país y los esfuerzos de paz que se están llevando a cabo, mientras que reiteró el compromiso del organismo internacional con la prestación de ayuda humanitaria a las poblaciones necesitadas".
El M23, integrado principalmente por tutsis congoleños, tomó la capital de Kivu Norte, Goma, a finales de enero, en una ofensiva que ha dejado alrededor de 3.000 muertos y 2.880 heridos, según estimaciones de Naciones Unidas.
Ruanda acusa a Kinshasa de reprimir a los tutsis congoleños con apoyo de grupos armados como las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) --fundada por hutus huidos tras el genocidio en Ruanda en 1994-- y otras milicias locales.