CIUDAD DE GUATEMALA, 16 Jun. (Notimérica) -
Este domingo 16 de junio están teniendo lugar las elecciones presidenciales, legislativas y municipales de Guatemala, unos comicios para los que están llamados a las urnas los más de ocho millones de ciudadanos inscritos del país.
A través de esta votación, está previsto que se elija a un nuevo mandatario o mandataria que sustituya a Jimmy Morales, cuya reelección está impedida por la Constitución guatemalteca y cuyos últimos cuatro años han estado marcados por la corrupción y los escándalos, tanto a nivel institucional como a nivel político.
Así, los ciudadanos guatemaltecos han depositado cierto grado de esperanza en lo que pueda suceder este domingo, en aras de que con ello pueda llegarse a un punto de inflexión en el desarrollo del país. Sin embargo, el desarrollo de la campaña electoral ha dejado entrever a base de incertidumbre que todo puede pasar, como ya se ha venido demostrando en otras ocasiones a nivel electoral.
De hecho, en las elecciones de 2015, el actual mandatario no contaba casi con respaldo, pero acabó disputándose la Presidencia en segunda vuelta con Sandra Torres, exmujer del expresidente Álvaro Colom, y quien estuvo a punto de ser inhabilitada este año para participar en estas elecciones por el caso de financiación irregular en 2015.
Sin embargo, precisamente Torres es la candidata que acude como favorita --dentro de toda la incertidumbre existente-- para ganar las elecciones. Lo hace junto a su compañero de fórmula, Carlos Raúl Morales, y en nombre de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), de corte socialdemócrata.
Política, cientista social y empresaria guatemalteca, desde 2011 se desempeña como secretaria general de la UNE. Es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de San Carlos de Guatemala, con una maestría en Políticas Públicas por la Universidad Rafael Landívar y ha estudiado además diversos cursos especializados en Administración y Políticas Públicas.
A lo largo de su carrera profesional se ha desarrollado también como empresaria, teniendo bajo su responsabilidad la producción de textiles y la gerencia de varias empresas maquiladoras e industriales.
Casada desde 2003 con el expresidente Álvaro Colom Caballeros, a quien conoció mientra ambos trabajaban en la arena política, se separaron en 2011 para poder postularse a la presidencia de Guatemala, ya que la Constitución de Guatemala le impedía presentarse a las elecciones presidenciales por ser cónyuge de un expresidente.
A pesar de que sectores opuestos a la candidatura de Torres presentaron diferentes recursos de amparo contra el divorcio ante las cortes de justicia, estos fueron rechazados y el divorcio fue ratificado por la Corte de Constitucionalidad de Guatemala. Sin embargo, el 29 de junio de 2011 el Tribunal Supremo Electoral (TSE) declaró no aceptar la inscripción de la candidatura de Torres, argumentando "incertidumbre para inscribir a candidatos presidenciales".
Mientras seguían los recursos procesales, continuaba la incertidumbre sobre la participación de Sandra Torres en las elecciones presidenciales de septiembre de 2011. El 8 de agosto de 2011, Sandra Torres quedó oficialmente fuera de la contienda electoral según la resolución de la Corte de Constitucionalidad de Guatemala, unas elecciones que según las encuestas habrían puesto a Torres en el segundo lugar, logrando el pase a la segunda ronda electoral presidencial en Guatemala.
En 2015, de nuevo Torres quiso presentarse a las elecciones y por ello se desvinculó de sus negocios para enfocarse en la política. Aquel año Torres llegó a segunda vuelta en las presidenciales, pero fue derrotada por Jimmy Morales. La UNE fue salpicada por el escándalo de corrupción 'Transurbano', y Torres fue acusada de irregularidades en el financiamiento de su campaña, hasta el punto de que fue impulsada una impugnación contra su candidatura, aunque finalmente esta no procedió.