SAO PAULO, 29 Abr. (Notimérica) -
El nombre de Joao Santana ha comenzado a inundar los medios de comunicación esta semana. Sin embargo, este brasileño ha sido, desde hace más de una década, la sombra y clave del éxito de seis presidentes iberoamericanos, entre los que se encuentra la mandataria de su país natal, Dilma Rousseff.
Ahora, su carrera e imagen están en juego debido a las acusaciones de un grupo de fiscales brasileños, quienes aseguran que recibió sobornos en el marco del escándalo de Petrobras.
A pesar de los cargos impuestos, el publicista político de 63 años aseguró en un comunicado que se trataban de "acusaciones infundadas" y que en Brasil se vive un "clima de persecución".
Un clima en el que numerosos cargos políticos y empresarios han sido detenidos o investigados, mientras que los medios de comunicación se han encargado de reportarlo. Santana, aunque estos días es la noticia, también sabe lo que es descubrirla.
Antes de propulsar a la primera línea del poder político a mandatarios como Hugo Chávez o Lula da Silva, el brasileño, procedente del estado de Bahía --ubicado en el noreste del país--, contribuyó a derribar a uno con su labor periodística.
De hecho, en 1992 fue premiado por un reportaje en la revista 'IstoÉ' que favoreció la destitución del expresidente Fernando Collor, el primer líder de su país natal que se vio obligado a renunciar en medio de un proceso de 'impeachment'.
Dos años más tarde de este suceso y tras una juventud marcada por la composición de canciones de rock, Santana decidió darle un giro a su carrera profesional e iniciarse en el mundo de la política.
Así, el brasileño tuvo como mentor a Duda Mendoça, artífice de la campaña electoral que llevó al expresidente Da Silva al poder en 2003. No obstante, la popularidad de Mendoça se vería salpicada tiempo después al admitir que recibió pagos sin contabilizar en el exterior.
Ante esta situación, Santana, conocido en la actualidad como el "fabricante de presidentes", asumió con éxito la estrategia publicitaria para la reelección de Lula en 2006.
MÁS QUE UN PUBLICISTA POLÍTICO
Para algunos, sintetizar la labor de este brasileño en "publicista político" no es suficiente. Además de coordinar las campañas electorales, Santana también compone canciones y 'slogans'.
Uno de los más conocidos fue el que llevó a la reelección de Lula, que repetía "deja al hombre trabajar", para centrar la atención en los logros económicos y sociales de su Gobierno en vez de en el escándalo que envolvía por aquel entonces a su formación política, el Partido de los Trabajadores (PT).
Gracias a esa melodía y a su 'slogan', "Lula de nuevo, con la fuerza del pueblo", los logros económicos superaron a los casos de corrupción en la carrera electoral, de la que salió victorioso con un 60,8 por ciento de los votos.
En 2013, tras la muerte de Chávez, a quien asesoró en su último mandato, el brasileño se hizo cargo de la campaña de su sucesor, Nicolás Maduro. En este caso, Santa decidió crear un 'spot' televisivo que hacía referencia al fallecido mandatario con una canción que entonaba: "Él nacerá de nuevo".
LAS SOMBRAS DEL ARTÍFICE DE 6 PRESIDENTES
Sin embargo, no todo han sido éxitos para el "fabricante de presidentes". En varias ocasiones, Santana ha sido objeto de críticas por infundir el miedo en la población a través de sus estrategias publicitarias.
Prueba de ello es su postura en las últimas elecciones de 2014 en Brasil, cuando Santana se hizo cargo de la campaña de Rousseff, quien ganó con un ajustado margen. Para lograr la victoria, el publicista recurrió a 'spots' publicitarios muy polémicos. Uno de ellos, por ejemplo, mostraba comida desapareciendo del plato bajo la hipótesis de que si triunfase la candidata Marina Silva, esas serían las consecuencias.
El uso de este tipo de recursos no estuvo exento de reacciones a nivel internacional, lo que le ha llevado, de acuerdo con 'Telesur', a ser comparado con el ministro de Propaganda de la Alemania nazi, Joseph Goabbels.
A pesar de esto, las urnas siempre han estado de su parte, salvo en dos ocasiones. Así, Santana acompañó al Gobierno al salvadoreño Mauricio Funes en 2009, al dominicano Danilo Medina y al angoleño José Eduardo Dos Santos en 2012 y a los venezolanos Hugo Chávez y Nicolás Maduro en 2012 y 2013.
Después de sus éxitos, su 'manchón electoral' tuvo lugar en 2014 en Panamá, con el candidato José Domingo Arias. Al año siguiente, en 2015, el fracaso se dio en Argentina con el exgobernador José Manuel de la Sota, quien ni siquiera pasó de las primarias.
En Brasil, por el contrario, su error ha llegado desde los juzgados. El arquitecto de las campañas de Rousseff en 2010 y 2014 fue acusado este jueves de corrupción, tras ser arrestado en febrero.
ACUSADO DE CORRUPCIÓN
A Santana se le acusa de recibir sobornos del conglomerado de construcción Odebrecht en una trama para desviar fondos de la compañía petrolera controlada por el Estado, Petrobras, según detalló el fiscal Deltan Dallagnol y recogió 'Reuters'.
El publicista y periodista también es sospechoso de recibir sobornos de contratos que involucraban a Petrobras, el constructor naval Sete Brasil y Keppel Fels, la unidad local del constructor de plataformas petroleras de Singapur Keppel Corporation Ltd, agregó Dallagnol.
Las investigaciones sobre el asesor electoral de Rousseff ha provocado que aumenten, aún más, la tensión y las peticiones para que la mandataria abandone el cargo, pese a que el intento actual de someterla a un 'impeachment' no está relacionado con el caso.