RÍO DE JANEIRO, 16 Jun. (Notimérica) -
Luiz Edson Fachin es, desde este martes, el juez más poderoso de Brasil al asumir el cargo de presidente del Tribunal Supremo Federal, un logro que no fue fácil, pues tuvo que hacer frente a las reticencias de buena parte de los senadores, que lo veían como un nombre muy vinculado al Partido de los Trabajadores (PT).
En 2010, Fachin pidió en un vídeo electoral el voto para la entonces candidata Dilma Rousseff, que ahora le propuso para el máximo cargo de la Justicia, tal como prevé la Constitución brasileña, que establece que el presidente propone y el Senado tiene la última palabra. La presión del PT sobre su base aliada funcionó y Fachin tuvo luz verde con 52 votos a favor y 27 en contra.
El desacuerdo con Fachin vino por parte del principal partido de la oposición, el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), y del Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB), formación aliada del Gobierno pero que mantiene una intensa disputa de poder con Rousseff.
Las reticencias crecen porque dos de los principales nombres del PMDB; el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha; y el presidente del Senado, Renan Calheiros; podrían ser juzgados en el Tribunal Supremo por su supuesta implicación en la trama corrupta de Petrobras destapada por la Operación Lava Jato.
MÁS PROGRESISTA QUE SU ANTECESOR.
Fachin, de 57 años, trabajaba hasta ahora como profesor de la Universidad Federal de Paraná. Este juez tiene un perfil más progresista que Joaquim Barbosa, su antecesor, el carismático juez que ganó mucha popularidad por instruir el caso del 'Mensalão' y por encarcelar a parte de la cúpula del PT y del Gobierno del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Fachin ha sido abogado de movimientos sociales de izquierda como el Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MTST), pero tiene una posición conservadora respecto al aborto. Sobre su vinculación con el PT recientemente dijo que llega con el "alma libre" para juzgar a quien sea necesario.
Sobre la Operación Lava Jato se ha mostrado a favor de los testimonios premiados con reducciones de condena, la fórmula empleada por el juez Sérgio Moro para obtener información e implicar a decenas de políticos y empresarios.
También cree que los grandes juicios deben ser retransmitidos por televisión, como ya pasó con el 'Mensalão', por lo que el caso Petrobras pronto podría llegar a las pantallas.