RÍO DE JANEIRO, 4 May. (Notimérica) -
La contaminación de la bahía de Guanabara, que albergará las pruebas de vela en los Juegos Olímpicos del año que viene, sigue generando dolores de cabeza a las autoridades públicas, que a pesar de la gravedad del problema intentan lanzar mensajes de optimismo; el último ha sido el secretario de Estado de Medio Ambiente, André Corrêa, que se ha bañado en la bahía para intentar convencer a la población de que no está tan sucia como se dice.
Invitado por el programa de televisión Fantástico, el máximo responsable del medio ambiente en el Estado de Río se subió este domingo a un velero y escogió un punto en medio de la bahía para lanzarse al agua. Sin embargo, lo hizo en a una hora y en un lugar propicio; con la marea alta y las corrientes del océano llevando agua limpia a la bahía, como apuntó el propio equipo del programa.
A pesar de las evidencias Corrêa dijo que se puede bucear "igual que en Ipanema" y que el único desafío es el de la basura flotante, porque una "limpieza total" no se puede conseguir en ninguna bahía. Bañarse en Guanabara tiene sus riesgos, desde contraer todo tipo de enfermedades diarreicas hasta la hepatitis A.
La escena recordaba al baño en 1968 del fallecido político español Manuel Fraga en la playa de Palomares (Almería). El por entonces ministro de Información y Turismo del gobierno franquista quería demostrar que el agua no estaba contaminada por la radiación, a pesar de que el Ejército de Estados Unidos había perdido allí importantes armas nucleares.
El propio Corrêa admitió hace unas semanas que la promesa de descontaminar el 80% de la bahía antes de los Juegos Olímpicos no podría cumplirse, por lo que ahora los esfuerzos se centran en detener al menos la basura que flota --cada día desembocan en la bahía 100 toneladas de basura--.
Pero aún así este objetivo está lejos de cumplirse. Las obras para contener la basura que llega a la Marina da Glória -el puerto desde donde zarparán los regatistas olímpicos- están atrasadas y no llegarán a tiempo para el evento test que se realizará en agosto de este año. Por ello, el Gobierno recurrirá a una solución de emergencia: distribuirá en la zona algas, hongos y bacterias que clarean el agua de forma artificial.