RÍO DE JANEIRO, 16 Dic. (Notimérica) -
La mayor empresa de Sudamérica, la estatal brasileña Petrobras, es conocida en el mundo entero por culpa de un monumental esquema de corrupción que según estima la Policía Federal dejó un agujero de, por lo menos, 10.000 millones de reales (más de 3.000 millones de dólares). La trama que destapó la Operación Lava Jato lleva dos años salpicando al Gobierno y dañando la credibilidad de Brasil ante los inversores extranjeros.
Todo arrancó en marzo de 2014, cuando la Policía Federal, actuando en seis estados y en el distrito federal detuvo a 17 personas, entre ellas al cambista Alberto Yousseff, acusado de ser el cabecilla de la trama. Yousseff ya tenía un importante historial delictivo: fue contrabandista en Paraguay y fue detenido nueve veces; una de ellas por su participación en el caso Banestado, también relacionado con dinero sucio.
Tres días después de la detención de Yousseff caía el ex director de Abastecimiento de Petrobras, Paulo Roberto Costa, acusado de recibir un coche de lujo de manos del cambista --en la primera fase de la operación la Policía se incautó de 25 vehículos de alta gama--. Los testimonios de ambos desde la cárcel han sido la base para el resto de detenciones y han propiciado un goteo de nombres que ha llegado a las más altas esfera de la política y la economía.
En septiembre de 2014, en una de esas declaraciones premiadas con reducción de condena Costa aseguró que 12 senadores, 49 diputados y un gobernador de varios partidos recibieron dinero desviado de Petrobras. Entre los principales implicados estaban el tesorero nacional del Partido de los Trabajadores (PT), João Vaccari Neto, que supuestamente recibía un 3% del valor de los contratos que se firmaban. Según Costa, la campaña electoral de Dilma Rousseff en 2010 se financió en parte con ese dinero.
En una de las últimas fases de la Operación Lava Jato la policía detuvo a 27 directivos de diez empresas, entre ellas algunas tan destacadas como Camargo Côrrea, UTC, Odebrecht y OAS, involucradas en Petrobras pagar propinas a cambio de cerrar contratos con la estatal.
Los primeros condenados por el juez que instruye la Operación Lava Jato, Sergio Moro, fueron varios exdirectivos de la constructora Camargo Corrêa, que sobornó con 50 millones de reales (15,5 millones de dólares) a la dirección de Abastecimiento de Petrobras para que salieran adelante los contratos en esas dos refinerías. En julio el expresidente de la empresa, Dalton Avancini, el ex vicepresidente Eduardo Leite, y el ex presidente del consejo de administración João Auler fueron condenados por corrupción, blanqueo de dinero y actuación en organización criminal, por su papel a la hora de inflar los presupuestos y pagar sobornos.
El equipo que ha gestionado Petrobras en los últimos años ha sido salpicado de lleno por el escándalo. Además de Costa están implicados el exdirector de Servicios, Renato Duque --condenado a 15 años de prisión-- y el exdirector Internacional, Nestor Cerveró --condenado a 12 años de cárcel.
La expresidenta de Petrobras Graça Foster fue retirada de su cago por Rousseff a petición suya, aunque no todavía no se ha demostrado que esté involucrada en la trama. Una exgerente subordinada de Costa la acusó de estar al tanto de todo lo que ocurría y de no hacer nada por impedirlo El expresidente de la petrolera estatal brasileña Petrobas, Jorge Luis Zelada, sí que fue condenado el pasado mes de febrero a doce años y dos meses de prisión por corrupción y lavado de dinero.
LOS POLÍTICOS IMPLICADOS
Pero el terremoto se dejó sentir sobre todo en el ámbito de la política: algunos de los principales empresarios del país, funcionarios públicos y políticos del Partido de los Trabajadores (PT) y de su aliado el Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB) están implicados, aunque la formación que tiene a más políticos manchados es el Partido Progressista (PP), que está en la oposición.
En noviembre de 2015 la Policía detuvo líder del Partido de los Trabajadores (PT) en el Senado, Delcídio Amaral, acusado de obstruir las investigaciones de la Operación Lava Jato sobre la trama corrupta de Petrobras; una detención que agravó notablemente la situación delictada del Ejecutivo de Rousseff. Amaral es uno de los más altos representantes del PT involucrados en el caso Petrobras, junto a Vaccari Neto --condenado a 15 años de prisión-- y al ex ministro de la Casa Civil José Dirceu, fiel colaborador del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva y también manchado en el caso 'Mensalão'.
Del principal partido de la oposición en Brasil, el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), los presuntos implicados en el escándalo de Petrobras son el presidente del Senado, Renan Calheiros, y el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha.
Desde que asumió el cargo, Cunha ha sido el principal azote del Gobierno de Rousseff. El Supremo Tribunal Federal (TSF) de Brasil decidió imputarlo por su presunta implicación en la red de cobro de sobornos a cambio de contratos de la petrolera estatal, Petrobras.
EL PRESIDENTE DE PERÚ, SALPICADO POR EL CASO
Las conexiones de Petrobras han traspadado las fronteras. La compañía estña siendo investigada por la Securities and Exchange Comission (SEC), mientras que la policía encontró en casa deYousseff un listado de 750 obras entre las que figuraban decenas de proyectos realizados en Latinoamérica. Además, las cuentas en Suiza de Cunha están siendo investigadas.
Este mes la Policía Federal de Brasil elaboró un informe en el que vincula al presidente peruano, Ollanta Humala, con el cobro de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht, propiedad de Marcelo Odebrecht, que fue detenido en junio de 2015 junto a otros ejecutivos de su empresa por la Operación Lava Jato.
DILMA Y LULA, ¿IMPLICADOS?
Esa omisión es la sombra que también persigue a la presidenta de Brasil. Rousseff fue durante dos años ministra de Minas y Energía y a partir de 2005 pasó a presidir el Consejo de Administración de Petrobras, durante los años de gobierno de su antecesor, Luiz Inácio Lula da Silva. La presidenta ha negado de forma vehemente que conociera algún detalle de la trama y ha pedido mano dura con los corruptos.
A finales de octubre, a dos días para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, la revista 'Veja' publicó un reportaje en el que, citando unas supuestas declaraciones del cambista Yousseff aseguraba que tanto Lula como Rousseff sabían lo que estaba ocurriendo a su alrededor. Rousseff reaccionó rápidamente negándolo y anunciando acciones judiciales contra la publicación.
La trama se ha complicado esta semana, cuando Amaral afirmó que la presidenta del país,Dilma Rousseff, y su antecesor Luiz Inácio Lula da Silva sabían de las corruptelas en Petrobras e intentaron manipular la actuación de la justicia en relación al caso, según la revista Istoé.
Lula está siendo trasladado este viernes por la Policía Federal para prestar declaración en el marco de la operación 'Lava Jato'. La Policía, según informa 'O Globo', asegura haber encontrado pruebas de que Lula tuvo una "participación decisiva" a la hora de posibilitar contratos de Petrobras con empresas acusadas de corrupción y obtuvo ventajas de algunos de ellos, como reformas en algunos de sus inmuebles particulares.
Además, la Policía Federal habría encontrado pruebas de que el expresidente recibió en 2014 al menos un millón de reales (más de 245.000 euros) sin justificación de la empresa OAS mediante reformas y muebles instalados tanto en su tríplex en Guarujá como en la hacienda en Atibaia.
Antes de que esto ocurriera, Rousseff volvió a defender su inocencia. "Seguiremos defendiendo que la presunción de inocencia vale para todos y no puede ser sustituida por la presunción de culpa, que da lugar a la execración pública de cualquier persona", declaró durante la ceremonia de investidura de los nuevos ministros.
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