MADRID, 31 Ago. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, ha rechazado este lunes dimitir a pesar de su implicación en un grave caso de corrupción conocido como 'La Línea' y ha anunciado su intención de afrontar el proceso desde su cargo.
"Un llamado a todos los guatemaltecos para que a pesar del sentimiento que tenemos, hagamos privilegiar que los procesos caminen como debe ser, que las elecciones se lleven a cabo", ha afirmado Pérez Molina en rueda de prensa. "Si a alguien le ha dolido todo este proceso es a mi persona, he visto la forma de expresión de muchos guatemaltecos y me hubiera tenido tener el tiempo de sentarme con cada uno de ellos y explicarles la situación, que es humillante y que jamás en mi vida pensé en enfrentar", ha declarado.
Pérez Molina ha comparecido con una hora de retraso ante los periodistas en la Casa Presidencial y ha tratado de desacreditar las pruebas presentadas contra él, incluida una llamada telefónica al antiguo jefe de la Hacienda guatemalteca que él mismo ha reconocido que sí hizo, según informa el diario 'Prensa Libre' en su edición digital.
"Reconozco que hice la llamada telefónica, pero no impongo a ninguna persona como jefe de recursos humanos, no es imposición de mi parte y menos para favorecer, lo hice porque estaba preocupado por la falta de recaudación, por los problemas que se venían dando", ha argumentado.
El presidente tampoco pudo justificar la cercana relación que mantiene con Estuardo González, máximo responsable de una red de defraudación aduanera. En la rueda de prensa, Pérez Molina ha reconocido que quizá se reunió una o dos veces con González, quien le ofreció "algunos servicios sobre unas empresas que él tenía".
Además, ha cuestionado la labor de la comisión de investigación parlamentaria creada sobre esta cuestión y ha asegurado que toman decisiones "apresuradas". "Lamentablemente la forma en que la comisión se estableció pareció incorrecto y apresurado, y algunos lo quisieron convertir en show político", ha reprochado.
'LA LÍNEA'
La trama en la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) se destapó el 16 de abril gracias a unas escuchas practicadas durante meses por la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y la Policía, según las cuales había una estructura criminal encargada de cobrar sobornos en las aduanas para favorecer la importación de ciertos productos y evitar el pago de impuestos a otros.
Las escuchas revelaron también que la jefa de esta red de sobornos era una mujer a la que los implicados se referían como 'la señora', 'la dos' y 'la R', lo que condujo las investigaciones directamente contra Baldetti, que tuvo que dimitir el 9 de mayo y este viernes ha sido detenida e imputada.
'La Línea', junto a otros muchos casos de corrupción, ha hecho tambalearse al Gobierno de Pérez Molina, hasta el punto de que la oposición ha pedido cancelar las elecciones presidenciales del próximo 6 de septiembre al considerar que no se dan las condiciones adecuadas.