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CIUDAD DE PANAMÁ, 10 Abr. (Notimérica/EP) -
El presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, será imputado en Nápoles una vez haya cesado sus funciones por un presunto caso de extorsión internacional a la empresa Impregilo --por el que en estos momentos está siendo juzgado el empresario italiano Valter Lavítola--, un juicio al que el mandatario panameño también tendrá que acudir como testigo, según informan fuentes judiciales italianas.
Martinelli no se ha sentido al parecer muy preocupado por estas informaciones y ha dicho sobre su presunta imputación que se "orina de la risa".
De acuerdo con la información facilitada al diario panameño 'La Prensa' por parte de los fiscales de Nápoles, la compañía Impregilo habría sido presionada para concretar una promesa incumplida por el exprimer ministro italiano Silvio Berlusconi. El compromiso era construir un hospital pediátrico en la provincia de Veraguas a cambio de la adjudicación de las obras del Metro de Panamá a la misma empresa.
Esta noticia sale a la luz el mismo día en el que se celebra el juicio contra Lavítola, acusado de extorsión internacional, y que deberá contar --según los mismas fuentes-- en calidad de testigos de la defensa con el presidente panameño y el empresario estadounidense Rogelio Oruña. Además, tal y como han avanzado los fiscales, ambos serán objeto de procesos similares.
Sin embargo, por el momento solo enfrenta cargos Lavítola por supuesta extorsión a la citada empresa. El hospital de la provincia panameña de Veraguas fue prometido por Berlusconi, quien finalmente no cumplió su compromiso, a pesar de que Martinelli había anunciado públicamente la donación tras un viaje realizado a Italia en 2009.
"La promesa de Impregilo de asumir los cargos económicos relativos a la construcción del hospital pediátrico a cambio de la adjudicación de la obra del Metro de Panamá no era otra cosa que un modo enmascarado e indirecto para ofrecer al presidente Martinelli, a través de un empresario estrechamente ligado a él (Rogelio Oruña), indebidas utilidades económicas", denuncian los fiscales al periódico panameño.
Finalmente la licitación del Metro no fue adjudicada a Impregilo --que sí forma parte, por otro lado, del consorcio que trabaja en la ampliación del Canal de Panamá--, sino al consorcio español-brasileño FCC-Odebretcht, por lo que la empresa italiana se negó a construir el hospital prometido. No obstante, las presiones continuaron.