LA HABANA, 7 Jul. (Notimérica) -
Los Gobiernos de Noruega y Cuba, garantes de las negociaciones de paz en Colombia, han llamado este martes a reducir urgentemente la intensidad de los enfrentamientos armados en el país, tras un notable aumento de los ataques de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que han afectado a la población civil.
"Instamos a las partes a restringir al máximo las acciones de todo tipo que causan víctimas y sufrimientos en Colombia, y a intensificar la implementación de medidas de construcción de confianza", ha indicado el portavoz cubano Rodolfo Benítez, que estuvo acompañado por la diplomática noruega Idun Aarak Tvedt, quien leyó la misma declaración en inglés.
El jefe negociador del Gobierno de Colombia, Humberto de la Calle, advirtió el domingo que el diálogo de paz con la guerrilla de las FARC está llegando a su fin, pero que las negociaciones podrían romperse por el aumento de los ataques rebeldes.
En el documento, Cuba y Noruega han expresado su "profunda preocupación" por el recrudecimiento del conflicto en medio del proceso de paz, del que Chile y Venezuela son países acompañantes.
De acuerdo con los garantes, los avances que han sido logrados en la mesa de negociación y los acuerdos parciales en tres temas de la agenda quedan en riesgo debido al significativo aumento de la violencia en el país desde que el Gobierno levantó la suspensión de los bombardeos y las FARC le pusieron punto final a la tregua unilateral, ha informado el medio colombiano 'Semana'.
Poco después de la declaración, el jefe negociador de las FARC en La Habana, Iván Márquez, ha insistido en que la guerrilla quiere llegar a un acuerdo con el Gobierno y ha criticado las declaraciones de De la Calle.
"No queremos hoy darle espacio a las voces agoreras del fracaso de los diálogos, ni a la desmesura de las palabras de quienes teniendo en sus manos la sagrada responsabilidad de construir la paz, flaquean frente a las adversidad (...) y amenazan con abandonar la búsqueda de la reconciliación", ha señalado Márquez en una declaración.
"Deseamos firmar la paz con este Gobierno, pero es preciso retirar la enredadera jurídica atravesada en el camino", ha añadido el jefe negociador.
Las FARC rompieron un cese unilateral al fuego a finales de mayo en represalia por un bombardeo militar en el que murieron 27 rebeldes, incluido un líder que participó en las negociaciones de paz en La Habana.
Desde entonces, el grupo rebelde que cuenta con unos 8.000 combatientes ha lanzado ataques a torres de energía, oleoductos y carreteras, que han afectado a la población civil y provocado graves daños ambientales.
En las rondas anteriores, las partes ya lograron acuerdos para dar acceso a la tierra a los campesinos pobres, facilitar la conversión de la guerrilla en un partido político, combatir el narcotráfico, sobre el desminado y para la creación de una comisión de la verdad.