BRUSELAS 19 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los Estados miembros de la Unión Europea han aprobado este viernes un nuevo marco de sanciones específico contra el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y Yihad Islámica Palestina, incluyendo ya a seis personas responsables de financiar la actividad de ambos grupos terroristas.
De esta forma, la UE da un paso adelante en su respuesta a Hamás tras los ataques sin precedentes del pasado 7 de octubre, que han sido respondidos por Israel con una ofensiva en la Franja de Gaza que dura ya más de tres meses y deja más de 24.600 muertos.
A través de este mecanismo, los Veintisiete podrán sancionar a "quienes apoyen, material o financieramente" a ambos grupos. En un comunicado, el Consejo de la UE explica que también servirá para imponer medidas contra individuos o entidades que colaboren en la "planificación, preparación o facilitación de acciones violentas de Hamás o la Yihad Islámica".
Las sanciones irán dirigidas a aquellos que faciliten el suministro, venta o transferencia de armas o a quien esté implicado en acciones que amenacen a Israel o vayan contra el Derecho Internacional Humanitario.
En las primeras decisiones aparejadas a este nuevo marco de sanciones, pasan a estar en la 'lista negra' de la UE seis personas responsable de sus finanzas, incluyendo personas instaladas en Argelia y Sudán.
"Con la decisión de hoy de un marco específico de medidas restrictivas contra quienes apoyan las acciones violentas de Hamás y la Yihad Islámica Palestina, la UE demuestra que estamos dispuestos a tomar medidas decisivas para reaccionar ante la brutalidad mostrada por los terroristas el 7 de octubre", ha asegurado el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, en un comunicado en el que recalca que israelíes y palestinos "merecen vivir en una paz justa, duradera y segura".
De esta forma el bloque europeo avanza en su promesa de imponer sanciones contra Hamás para asfixiar económicamente al grupo y cortar el suministro de armas. En el mismo contexto, Borrell propuso medidas contra los colonos radicales responsables de episodios de violencia en Cisjordania, un paso que de momento no ha visto la luz en el seno de la UE.