MADRID, 20 Jul. (EUROPA PRESS) -
El partido-milicia chií Hezbolá ha asegurado este viernes haber lanzado por primera vez proyectiles contra tres kibutz situados en el norte de Israel que no habían sido objetivo hasta ahora de ataques en el marco de los enfrentamientos desatados hace más de nueve meses al hilo de los ataques perpetrados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas.
El grupo ha indicado que durante las últimas horas ha lanzado "decenas" de cohetes tipo Katysha contra Abiriem, Manot y Neve Zim, en lo que ha descrito como una respuesta a los últimos bombardeos perpetrados por Israel contra "civiles" en el sur de Líbano, tal y como ha recogido la cadena de televisión libanesa Al Manar, vinculada a Hezbolá.
Por su parte, el Ejército israelí ha indicado que desde primera hora del día ha detectado el lanzamiento de unos 65 proyectiles desde Líbano. "Algunos de ellos han sido interceptados por los sistemas de defensa aérea y el resto han caído en espacios abiertos", ha manifestado, al tiempo que ha asegurado que ha atacado con artillería "las fuentes de los disparos".
"No hay víctimas", ha apuntado el Ejército de Israel en su página web, donde ha indicado además que sus aviones han bombardeado "almacenes de armas" de Hezbolá en Leida y Jula, así como "una infraesrtuctura terrorista" en esta úlcima localidad.
El líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, advirtió el miércoles de que el grupo podría "atacar localidades no atacadas hasta ahora" si el Ejército israelí continúa con sus bombardeos contra civiles en el sur de Líbano. Además, lanzó una dura amenaza contra Israel ante un posible plan para lanzar una invasión de Líbano: "Si sus carros de combate entran en Líbano, (Israel) no sufrirá escasez de tanques, porque directamente se quedará sin ninguno".
Durante las últimas semanas han repuntado las tensiones y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió recientemente de que el Ejército "está preparado para una acción muy poderosa" en la frontera con Líbano, mientras que el 'número dos' de Hezbolá, Naim Qassem, ha sostenido que una expansión del conflicto derivaría en "devastación y destrucción" en Israel.