El primer ministro alega "pérdida de confianza" en Ronen Bar por los fallos del 7-O
La oposición israelí acusa a Netanyahi de obstaculizar una investigación a su oficina por presuntos vínculos irregulares con Qatar
MADRID, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha informado al jefe del Servicio de Inteligencia Nacional (Shin Bet), Ronen Bar, de que presentará una moción ante el Consejo de Ministros para cesarle del cargo en una votación el próximo miércoles, en una decisión que ha desatado una nueva tormenta política en el país.
Netanyahu, explican los medios israelíes, lleva meses tramando la destitución de Bar, a quien responsabiliza de los fallos de seguridad que precedieron a la masacre perpetrada por las milicias palestinas el 7 de octubre de 2023. La crisis se agudizó cuando el Shin Bet publicó esta semana una evaluación de lo sucedido y, si bien el organismo asume su responsabilidad, también apunta a la financiación qatarí de Hamás como uno de sus principales factores.
Se da la circunstancia no obstante de que los investigadores están indagando si cientos de miles de dólares acabaron canalizados desde Qatar a los asesores del primer ministro Benjamin Netanyahu durante los últimos meses. Según el canal 13, estas sumas fueron transferidas a los asesores a través de varios intermediarios y está relacionado entre otros Jonatan Urich, un alto asesor de Netanyahu que se ha desempeñado como portavoz del partido gobernante Likud.
De hecho, el líder de la oposición y ex primer ministro israeli, Yair Lapid, ha asegurado que el llamado "Qatargate" es precisamente la razón por la que Netanyahu quiere cesar a Bar.
"Durante un año y medio, no ha visto motivo alguno para despedirlo, pero resulta que comienza una investigación sobre la infiltración de Qatar en su oficina (de Netanyahu) y los fondos transferidos a sus colaboradores más cercanos, y de repente va y tiene unas ganas enormes de echarle de inmediato", ha manifestado Lapid.
"Netanyahu ha vuelto a anteponer sus intereses privados al bien del país y su seguridad", ha añadido el líder opositor. "Todas las calumnias y todos los intentos de atribuir la responsabilidad del fracaso al sistema de seguridad no le van a ayudar: él es el principal responsable del fracaso y el desastre del 7 de octubre, y eso es todo lo que se recordará de él", ha zanjado Lapid, antes de declarar su intención de presentar ante los tribunales una apelación contra su cese.
Bar prefería abandonar su cargo mediante una dimisión a su conveniencia en lugar de acabar cesado y la fiscal general del país y rival de Netanyahu, Gali Baharav-Miara, ha avisado que cualquier decisión al respecto del futuro de Bar debe ser consultada previamente con su departamento, cosa que no ha ocurrido.
En su comunicado, recogido por el 'Times of Israel', Netanyahu alega sobre todo una pérdida de confianza en el jefe del Shin Bet. "En todo momento, pero especialmente durante una guerra existencial como la que enfrentamos, debe haber plena confianza pero, lamentablemente, la situación es la contraria".
"Es más, ahora mismo siento una desconfianza constante en el jefe del Shin Bet; una desconfianza que no ha hecho más que crecer con el tiempo", ha añadido el primer ministro en un comunicado donde considera que el cese de Bar es un "paso crucial para la rehabilitación de la organización, la consecución de todos los objetivos bélicos y para evitar que se repita otro desastre" como el del 7 de octubre.
Solo el sector más extremista de su Gobierno ha celebrado el plan para destituir a Bar. El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, ha defendido que, si bien Bar merece el agradecimiento de la nación, habría sido apropiado que "asumiera la responsabilidad real y renunciara por iniciativa propia hace más de un año, ahorrando así la necesidad de su despido".
El resto de representantes políticos se ha mostrado consternado por el anuncio. El presidente de Unidad Nacional y ex jefe del Estado Mayor, Benny Gantz, ha calificado la decisión de "golpe directo a la seguridad del Estado" y denunciado el "desmantelamiento de la unidad en la sociedad israelí por razones políticas y personales".
El presidente de Yisrael Beytenu, Avigdor Liberman, también ha condenado la medida y asegurado que si Netanyahu "hubiera luchado contra Hamás con tanta determinación como está combatiendo contra el jefe del Shin Bet, la Fiscalía General y el sistema judicial, se habría evitado el holocausto del 7 de octubre".
Para el líder de Los Demócratas, Yair Golan, la decisión del primer ministro es, directamente, "una declaración de guerra contra el Estado de Israel" y "el intento desesperado de un acusado criminal de deshacerse de alguien leal a Israel, que está investigando a Netanyahu y su círculo cercano por delitos tan graves como oscuros"