CIUDAD DE MÉXICO, 15 Mar. (Notimérica) -
Este lunes se presentó en el Palacio Nacional de México, de la mano del presidente Enrique Peña Nieto y el secretario de Educación, Aurelio Nuño, el nuevo modelo educativo público. Este contará con tres novedades principales respecto al actual y supondrá el primer cambio en materia de educación en los últimos 60 años.
El sistema educativo mexicano no ha cambiado desde que, en la década de los años sesenta, el Gobierno de Adolfo López Mateos estableciera el programa que hasta el momento han seguido las escuelas públicas mexicanas. Con la nueva propuesta, el gobierno de Partido Revolucionario Institucional (PRI) pretende llevar a cabo una "revolución educativa", tal y como dijo Nuño durante la presentación, y modernizar el sistema actual.
Así, el Gobierno ha ideado el nuevo plan basándose en tres cambios principales que tratarán de implantarse para el próximo curso 2018/2019. El primero de ellos será el establecimiento de un nuevo modelo pedagógico que fomente más el pensamiento y análisis del alumno frente a la memoria, pretendiendo que sean los propios alumnos los que se interesen por investigar, sintetizar y estructurar sus conocimientos.
De la misma manera, se tratará de imponer la enseñanza del inglés a los niños desde una edad más temprana, iniciándolos en el idioma extranjero durante la primaria y manteniéndolo hasta la universidad.
Por último, la tercera medida será dotar de mayor autonomía económica a las escuelas, que manejarán un 20% del presupuesto educativo a decisión de profesores y padres de los alumnos de cada escuela pública.
POLÉMICA EDUCATIVA
Además de suponer una importante inversión económica al gobierno de Peña Nieto --que deberá dotar a las instalaciones educativas de conexión a Internet o nuevos libros de texto, por ejemplo--, lo que ya ha levantado dudas debido a la difícil situación financiera por la que atraviesa el país, la modificación del sistema educativo dependerá del consenso político.
A menos de dos años de las próximas elecciones presidenciales, de no llegarse a un acuerdo por todas las partes políticas, el nuevo modelo podría quedar paralizado de no vencer el PRI en el 2018. Así mismo, el proyecto de reforma también ha supuesto para el gobierno la confrontación con el colectivo de profesores mexicanos, cuyo sindicato es el más importante de México.
Tras pactar la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en el mes de julio del pasado año, Peña Nieto conseguía deslegitimar las reclamaciones del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que había desarrollado una larga lucha contra la implantación de ley de educación en diversos estados del sur de México, alegando su negativa a la evaluación docente que integra la nueva reforma.