CARACAS, 25 Feb. (Notimérica) -
La muerte, este martes en Caracas, del menor de 14 años Kluivert Roa, tras recibir un disparo en la cabeza hecho por un oficial de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), ha encendido más los ánimos en un país en el que no cesa la violencia.
El sepelio del menor se celebrará a las cuatro de esta tarde (hora local) en el cementerio Jardín Metropolitano y se espera una asistencia multitudinaria al mismo, vistos los llamamientos que diferentes organizaciones han realizado por las redes sociales.
El asesinato del joven, estudiante del liceo 'Agustín Codazzi', ha provocado que durante esta pasada noche se hayan registrado batallas campales entre manifestantes y policía, con centenares de detonaciones que se escuchaban a las 23:39 (hora local) en Las Vegas de Táriba (San Cristóbal) según informó en Twitter 'Táchira Fuerte', que se presenta como la cuenta mas grande de la resistencia Tachirense.
En protesta por el asesinato del joven, el puesto de la Guardia Nacional Bolivariana en San Cristóbal fue incendiado y quedó totalmente destruido.
No parece que en las próximas horas o días los ánimos vayan a apaciguarse. El Movimiento Estudiantil advertía este martes de que se mantendrá en las calles y lanzó un mensaje al Gobierno de Nicolás Maduro:
"Hoy se comieron la luz, asesinaron a un joven", dijo un portavoz de los estudiantes, quien acusó a la policía de haber ejercico "una represión brutal" ante una manifestación que "simplemente estaba exigiendo el cumplimiento de la Constitución, la liberación de los detenidos y la justicia para todos los caídos".
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Mientras tanto, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, enviaba sus condolencias a la familia de Kluivert Roa, y condenaba el asesinato del joven, al tiempo que aseguraba que en Venezuela está prohibida la represión armada.
No obstante Maduro señalaba que, según las declaraciones de los funcionarios policiales involucrados, el hecho ocurrió cuando un grupo de jóvenes con capuchas "los acorralaron y los golpearon".
"Dicen los policías que fueron atacados con piedras y golpeados cuando uno de los policías accionó la escopeta de perdigones y asesinó a este muchacho. Condeno este asesinato y desde que me enteré ordené capturar a los responsables y así se ha hecho", subrayó.
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Sin embargo, un documento del informe forense del menor que ha circulado por las redes sociales muestra que el joven asesinado en Táchira fue impactado por una bala y no por un perdigón.
También la ministra para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Carmen Meléndez, aseguraba que el Estado venezolano garantizará "la total aplicación de la justicia en el caso de Kluibert Roa Núñez", y afirmaba que se aplicará "todo el peso de la ley" a los responsables, porque "aquí no hay cabida para la impunidad".
Sin embargo la funcionaria también mantenía la tesis de que los disparos que acabaron con la vida de Kluivert Roa fueron hechos con munición de goma.
En enero pasado, el Gobierno de Nicolás Maduro emitió una resolución que habilita el "uso de la fuerza potencialmente mortal, bien con el arma de fuego o con otra arma potencialmente mortal" como último recurso para "evitar los desórdenes, apoyar la autoridad legítimamente constituida y rechazar toda agresión, enfrentándola de inmediato y con los medios necesarios".
¿ALGUIEN ME VA A DEVOLVER A MI HIJO?
Pero las palabras, las investigaciones, ya no pueden hacer nada por Kluivert Roa. "¿Alguien me va devolver a mi hijo?", cuentan algunos medios que dijo la madre del joven asesinado cuando llegó a la Morgue de San Cristobal rota por el dolor.
Entre tanto, el padre del joven, Erick Roa, pedía justicia para su hijo, exigiendo que todo el peso de la ley caiga sobre el responsable de la muerte de Kleiver. "A mi hijo le volaron la masa encefálica, eso no fue perdigon de plástico como dice la Ministra".
"Pido a la milicia venezolana que sepan contra quién van a arremeter", dijo Roa, quien envió un mensaje al presidente venezolano: "Le pido a Maduro que cese el fuego contra toda la población venezolana".
Por el momento, una persona ha sido detenida por la muerte de Kluivert: Javier Mora Ortiz, miembro de la Policía Nacional Bolivariana (PNB).