LA HABANA, 26 Nov. (Notimérica) -
El fallecimiento del líder Revolucionario cubano, Fidel Castro, a los 90 años, supone la conclusión de un sinfín de acontecimientos a lo largo del siglo XX que llevaron a Castro a lo más alto en Cuba pero también a vivir momentos muy críticos como la crisis de los misiles. Suceso que pudo suponer el inicio de una Tercera Guerra Mundial.
A lo largo de la historia de Cuba, el mes de octubre sobresale por los importantes hechos ocurridos, que van desde la llegada de Cristóbal Colón, en el año 1942, hasta otros más recientes como la crisis de los misiles, un hecho que estuvo a punto de cambiar el transcurso de la humanidad si no fuese por unas sencillas fotografías realizadas el 14 de octubre de 1962.
Durante la Guerra Fría (1945-1991), la Unión Soviética (URSS) y Estados Unidos evitaron una confrontación armada directa en su disputa por la supremacía ideológica y territorial. A partir de 1953 había comenzado una nueva fase caracterizada por diversos gestos de buena voluntad que tendieron a suavizar las relaciones entre el bloque Occidental (occidental-capitalista) liderado por Estados Unidos, y el bloque del Este (oriental-comunista) encabezado por la Unión Soviética.
A su vez, Cuba había sido un país estrechamente ligado a los intereses norteamericanos desde su independencia de España en 1898. Sin embargo, el 1 de enero de 1959 la revolución liderada por Castro triunfa en Cuba, que en un principio no se definía como comunista, pero que tenía una clara orientación nacionalista. Este hecho fue clave, ya que Castro comenzó a tomar medidas que lesionaban los intereses estadounidenses.
La reacción de Washington no se hizo esperar. Rompió relaciones con Cuba en 1961; le impuso un bloqueo económico, político y social; fue excluida de la Organización de Estados Americanos (OEA) y organizó, mediante operaciones secretas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), una fallida invasión de Cuba a través de emigrados anticastristas en Bahía de Cochinos o Playa Girón en abril de 1961.
En este contexto, el régimen de Castro giró hacia el alineamiento con el bloque soviético y el establecimiento de una dictadura comunista en la isla. Sin embargo, durante dos tensas semanas de octubre de 1962 las dos superpotencias se enfrentaron cara a cara hasta el punto de llegar a iniciar una guerra nuclear. A este período se le denominó la crisis de los misiles.
FOTOGRAFÍAS
Esta crisis comenzó un 14 de octubre de 1962, cuando un avión espía norteamericano U2 había obtenido una serie de fotografías que resultaron ser pruebas irrefutables de que la URSS estaba desplegando en Cuba rampas de lanzamiento de cohetes de alcance medio, con capacidad de llegar al corazón de Estados Unidos en pocos minutos y con un poder de destrucción cien veces superior a la bomba de Hiroshima, en Japón.
El 16 de octubre de 1962 el Gobierno de Estados Unidos recibe las fotos tomadas el día 14 por dos aviones de reconocimiento. El Gobierno estadounidense forma un grupo de expertos para estudiar la situación conocido como Comité Ejecutivo del Consejo de Seguridad Nacional. Se consideran varias opciones, incluida la de invadir Cuba, defendida principalmente por los militares.
Sin embargo, por el lado soviético, concretamente a través de su ministro de Asuntos Exteriores, Andrei Gromyko, siguen negando al presidente estadounidense, John Fitzgerald Kennedy, que en Cuba haya misiles nucleares.
El 19 de octubre queda claro por más fotografías que toman los aviones estadounidenses que hay al menos otros cuatro lugares en los que se realizan obras para desplegar misiles. Tres días más tarde, con el apoyo claro de sus aliados occidentales, Kennedy decide imponer una "cuarentena defensiva", es decir, un bloqueo de la isla, desplegando unidades navales y aviones de combate en torno a Cuba.
Este fue el momento más álgido de la Guerra Fría y crítico para Castro. Finalmente, tras negociaciones secretas, el dirigente de la URSS, Nikita Jrushchov, lanza una propuesta aceptada por Kennedy: la URSS retiraría sus misiles de Cuba a cambio del compromiso norteamericano de no invadir la isla y de la retirada de los misiles 'Júpiter' que Estados Unidos tenía desplegados en Turquía.
Al mes siguiente la URSS desmonta y repatría su material bélico ofensivo de Cuba y Estados Unidos levanta el bloqueo. La rápida solución de la crisis mostró la eficacia de la estrategia de la disuasión (la amenaza del holocausto nuclear frena el aventurerismo de las potencias) y la importancia del diálogo ente las dos superpotencias a través del famoso Teléfono Rojo, que permitía una comunicación directa entre la Casa Blanca y el Kremlin.