Alcanzado el acuerdo bilateral, López Obrador dice que México ratificará el nuevo NAFTA la próxima semana
MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
Las delegaciones gubernamentales de México y Estados Unidos volverán a reunirse en 45 días para evaluar la eficacia del acuerdo alcanzado el pasado viernes para reducir la inmigración ilegal a través de la frontera común, según ha informado este lunes el ministro de Exteriores mexicano, Marcelo Ebrard.
Ebrard ha detallado en la rueda de prensa diaria que el acuerdo contempla que, si en 45 días no hay resultados en materia migratoria, las partes volverán a reunirse, aunque la revisión definitiva será en 90 días, tal y como avanzaron las partes la semana pasada.
"Confiamos en que las medidas que propusimos tengan éxito y si no habrá que volver a sentarse, no lo estoy ocultando", ha dicho, anticipando que entonces la mesa de negociaciones se abrirá a otro países afectados, entre los que ha mencionado Guatemala, Panamá y Brasil. "Es un sistema regional", ha esgrimido.
El canciller mexicano se ha mostrado seguro de que "entre todos" será posible alcanzar la meta planteada por la Administración de Donald Trump, de acuerdo con la prensa local.
Trump había amenazado con imponer desde el 10 de junio un arancel del cinco por ciento a la importación de productos mexicanos, que subiría un cinco por ciento cada mes hasta que cesara la inmigración ilegal. Las partes estuvieron reunidas en Washington la semana pasada para intentar llegar a un acuerdo que finalmente cerraron el viernes.
Interrogado sobre las conversaciones bilaterales, Ebrard ha reconocido que "este ha sido el momento más difícil de la relación México-Estados Unidos. "La negociación fue tensa", ha revelado. "El recibimiento fue muy duro por parte del vicepresidente de Estados Unidos (Mike Pence) porque el tono era casi de ultimátum", ha apostillado.
Ebrard ha comentado que "la situación comercial y económica se subordinó al tema migratorio" por parte de Estados Unidos, algo que no había ocurrido nunca. "Lo más difícil fue volver a dividir y que lo económico siguiera su camino", ha apuntado.
INTERVENCIÓN DEL CONGRESO
Por otro lado, le han preguntado sobre el 'tweet' que ha publicado Trump en las últimas horas, en el que amenaza con imponer el arancel si el Congreso mexicano no da el visto bueno al acuerdo. Ebrard ha explicado que se trata de un malentendido.
"Trump habla de que pasará por el Senado porque se le dijo que, si no funcionaba, yo tendría que ir al Senado y decir 'las medidas no funcionaron' y 'los americanos proponen esto', porque no es decisión del Ejecutivo, lo debe avalar el Senado", ha declarado.
El acuerdo que sí debe recibir el visto bueno de los legisladores mexicanos para su entrada en vigor es el tratado de libre comercio para América del Norte (NAFTA o TLCAN), que México, Canadá y Estados Unidos cerraron el año pasado tras unas intensas negociaciones forzadas por Trump para corregir lo que considera un desequilibrio comercial.
Se temía que el conocido como nuevo NAFTA naufragara en el Congreso mexicano si Estados Unidos imponía el arancel a las importaciones de productos mexicanos. Una vez resuelto este problema, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha anunciado en la rueda de prensa de este lunes que el Senado lo ratificará la próxima semana.
CUESTIÓN MIGRATORIA
El acuerdo bilateral aún no se conoce al completo, si bien las partes han informado de que México se ha comprometido a desplegar a su recién creada Guardia Nacional en la frontera con Guatemala y a alojar en su territorio a los migrantes que soliciten asilo en Estados Unidos hasta que se resuelva su proceso.
Ebrard ha contado que Pence pretendía que México aceptara ser considerado como "tercer país seguro", para que los migrantes pudieran ser devueltos a territorio mexicano, si bien "acordamos tiempo para ver si funcionaba". "Nosotros creemos que debe ser regional", ha insistido.
El flujo migratorio hacia Estados Unidos volvió al debate político el pasado mes de octubre, cuando miles de centroamericanos comenzaron a marchar en caravana desde el Triángulo Norte hacia territorio estadounidense atravesando México.
Trump llegó a amenazar con cerrar la frontera con México y cortar la ayuda estadounidense a El Salvador, Guatemala y Honduras países emisores. El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, por su parte, ha propuesto una especie de Plan Marshall para Centroamérica.