CIUDAD DE MÉXICO, 10 Sep. (Notimérica) -
Guerras, conflictos, intereses económicos... Por diversos motivos, la composición de todos --o casi todos-- los países del mundo ha ido variando a lo largo de los años. Unos pierden terreno, otros ganan territorio; exactamente lo que pasó entre Estados Unidos y México en 1848.
A través del comúnmente llamado Tratado de Guadalupe-Hidalgo, los actuales Estados de California, Nevada, Utah, Nuevo México y Texas, así como parte de Arizona, Colorado, Wyoming, Kansas y Oklahoma, todos hoy pertenecientes a Estados Unidos, pertenecían hasta la firma de dicho tratado a México.
Por ello, el senador mexicano del Partido de la Revolución Democrática (PRD) Armando Ríos Piter presentó este miércoles ante el Senado un proyecto de ley que podría suponer la recuperación por parte del país azteca de dichos territorios, según recoge 'BBC Mundo'.
El objetivo de la sugerencia es "garantizar la protección de los mexicanos en el exterior y los intereses comerciales de las empresas nacionales", a través de lo que define como "el primer paso hacia el establecimiento de una política pública sobre cómo debería reaccionar México ante una amenaza".
Esta supuesta amenaza es el candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, quien ha prometido expulsar masivamente a mexicanos, construir un muro fronterizo a expensas de México y revertir o anular el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN) vigente desde 1992.
La ley propuesta por Piter, de aprobarse, otorgaría facultades al Senado para modificar, terminar o suspender un tratado internacional "al momento de existir violaciones por parte de un gobierno exterior hacia las comunidades de mexicanos residentes en su territorio, y/o contra los intereses de compañías mexicanas".
En este sentido y en un contexto con Trump en la presidencia de Estados Unidos, lo que el senador sugiere es una revisión de 75 acuerdos bilaterales entre los dos países, entre los que se encuentra el de Guadalupe-Hidalgo --oficialmente llamado Tratado de Paz, Amistad, Límites y Arreglo Definitivo de 1848--.
Este tratado, firmando entre los Gobiernos de Estados Unidos y México, supuso el fin a la guerra entre ambos países iniciada dos años antes y que conllevó la pérdida de aproximadamente 2 millones de kilómetros cuadrados de territorio azteca.
INDEPENDENCIA DE TEXAS
Todo comenzó en 1846 cuando las pretensiones expansionistas de Estados Unidos le llevaron a introducirse en México, un país desgastado tras 11 años de guerra que puso fin al dominio español en el país latinoamericano (1810-1821).
Con la independencia mexicana, Texas quedó enmarcado en el Estado mexicano de Coahuila y Texas, uno de los 19 que componían el país durante la Primera República Federal (1823-1835).
Sin embargo, Texas declaró su independencia en 1836 tras varios mesas de guerra con México, formándose así la República texana después de que EEUU rechazara su anexión al tratarse de un estado esclavista.
Finalmente, en 1845, el por entonces presidente norteamericano James K. Polk declaró la anexión de Texas a Estados Unidos. Pero México nunca reconoció esta unión, declaró este acto como hostil y rompió las relaciones diplomáticas con la nación vecina.
Estados Unidos, por su parte, pretendió negociar la compra de Alta California y Nuevo México, hecho ignorado por el gobierno mexicano de la época a cargo de José Joaquín Herrera.
COMIENZA LA GUERRA
La nueva configuración fronteriza entre Texas y México comenzaría a marcar el inicio de la guerra. Los mexicanos sostenían que el Río Bravo era el límite fronterizo, mientras que los estadounidenses sostenían que el Río Nueces lo marcaba. Como pretexto de esto, los Estados Unidos enviaron tropas al mando del general Zachary Taylor para, según ellos, proteger al pueblo texano de cualquier ataque.
El primer choque armado se produjo el 24 de abril de 1846 en un lugar llamado Rancho Carricitos, al norte del río Bravo, en la zona que cada uno de los dos países consideraba suya, cuando soldados mexicanos tendieron una emboscada a un grupo de exploración rival.
La reacción estadounidense no se hizo esperar: el 13 de mayo del mismo año le declara oficialmente la guerra a México; días después, se produce la reacción inversa, entrando así en una guerra para la que el país latinoamericano no estaba preparado ni económica ni militarmente.
Las tropas estadounidenses lograron penetrar en el país vecino por distintos puntos, y los puertos del Golfo de México y del Pacífico quedaron bloqueados por la Marina. Las derrotas del Ejército azteca se fueron sucediendo, siendo la de la batalla de Monterrey (21-23 de septiembre) una de las más significativas.
FIN DE LA GUERRA Y PÉRDIDA DE TERRITORIO
Finalmente, el 2 de febrero de 1948 se firmó el tratado de Guadalupe-Hidalgo, el cual quedó ratificado pocos meses después, el 30 de mayo.
El tratado estableció que México cedería más de la mitad de su territorio, que comprende la totalidad de lo que hoy son los estados de California, Nevada, Utah, Nuevo México y Texas, y partes de Arizona, Colorado, Wyoming, Kansas y Oklahoma.
Además, México renunció a todo reclamo sobre Texas y la frontera internacional se estableció en el río Bravo. Como compensación, los Estados Unidos pagaron 15 millones de dólares por daños al territorio mexicano durante la guerra.
También se estipuló la protección de los derechos civiles y de propiedad de los mexicanos que permanecieran en el entonces ya territorio estadounidense.
Sin embargo, cuando el Senado estadounidense ratificó el tratado, eliminó el Artículo 10, el cual garantizaba la protección de las concesiones de tierras dadas a los mexicanos por los gobiernos de España y de México. También debilitó el Artículo 9, el cual garantizaba los derechos de ciudadanía de los mismos.
Así, en vez de que los mexicanos conservasen por un año sus derechos civiles de los aztecas en los territorios vendidos, y de establecer su igualdad con los otros habitantes de los Estados Unidos, el nuevo artículo permitía que el Congreso estadounidense, a discreción, los admita como ciudadanos de los Estados Unidos de América.
Como consecuencia, el tratado se considera uno de los capítulos más negros de la historia de México, ya que este perdió con él más de la mitad de su territorio.
Ahora, 169 después, el senador Armando Ríos Piter busca la recuperación de los territorios eliminando el Tratado de Paz, Amistad, Límites y Arreglo Definitivo entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América.