CARACAS, 20 Sep. (Notimérica) -
El venezolano Marcos Pérez Jiménez ha pasado a la historia por ser el último dictador del país iberoamericano. Su figura está rodeada por la controversia, ya que gobernó de manera férrea y opresiva pero también impulsó al país a una nueva época.
Pérez Jiménez nació el 25 de abril de 1914 en Michelena (Venezuela). Ingresó en la Escuela Militar de Venezuela en 1931 y llegó a ostentar el grado de subteniente tan solo dos años después de su admisión. Su promedio sigue siendo uno de los más altos de la Academia Militar y, a día de hoy, no ha sido superado aún.
Pérez Jiménez participó en el derrocamiento del gobierno del general Isaías Medina Angarita (1941-1948). Desde ese momento el país fue controlado por una Junta Cívico Militar, con la que llegó al poder el escritor Rómulo Gallegos (1948), pero esto no evitó otra intervención. Ante este panorama, el Alto Mando Militar decidió transferir el poder a la Junta de Gobierno --liderada por Pérez Jiménez-- para controlar el país.
Su gobierno comenzó tras ganar las 'elecciones' de 1952 --consideradas fraudulenta por sus opositores-- y ser elegido como presidente. Antes de terminar su mandato, convocó un plebiscito en 1957 con el objetivo de alargar su periodo al frente del país otros cinco años más.
La oposición consideraba que este referéndum contrariaba la Constitución de Venezuela de 1953, que contemplaba que la elección del presidente se debía llevar a cabo con varios candidatos y por elección directa. Al final, Pérez Jiménez ganó y siguió ostentando el cargo de presidente.
Su etapa al frente de Venezuela se caracterizó por su mano dura y el gran progreso socioeconómico. Se preocupó también por la necesidad de crear nuevas infraestructuras, como las Torres del Centro Simón Bolívar o el Paseo de los Próceres, para revitalizar la nación.
Invirtió grandes cantidades de dinero y esfuerzo en el desarrollo militar, aumentando la seguridad nacional pero también el control sobre la población. La aprobación de la 'Ley de vagos y maleantes' es una de sus acciones más polémicas y recordadas. Esta permitió perseguir y encarcelar a vagabundos, por el simple hecho de ser gente sin recursos y que debido a ello podrían cometer un delito en un futuro.
Durante el gobierno de Pérez Jiménez arraigó un fuerte sentimiento nacionalista que se basó en el pragmatismo ideológico, lo que le llevó a crear la 'Doctrina del Bien Nacional', que promovió la inmigración de capital. Este se encargó de modernizar el país, aunque lo hizo bajo una férrea dictadura, que terminó con un golpe de militar orquestado en enero de 1958.
Pérez Jiménez se vio obligado a huir del país y a exiliarse en España, gobernada por el también dictador Francisco Franco. Falleció el 20 de septiembre de 2001, hace hoy 16 años, en Madrid como consecuencia de un ataque al corazón.