BRASILIA, 16 Ago. (Notimérica) -
Manifestantes que piden el 'impeachment' de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se ha comenzado a reunir durante la mañana de este domingo en varias ciudades del país, una ola de protestas que espera poner a prueba el aliento político de la presidenta.
Los organizadores de las manifestaciones --impulsadas principalmente por Movimiento Brasil Livre (MBL), Vem Para Rua y Revoltados On Line--, convocada especialmente a través de las redes sociales, han prometido unas protestas en centenas de ciudades del país y en el exterior en medio del peor momento de aprobación de la presidenta, según las encuestas.
Durante el inicio de la mañana, ya había movimiento de manifestantes en Brasilia y en algunas capitales brasileñas como Recife, Belém, Meceió y Belo Horizonte, según ha señalado Reuters. Los manifestantes, que llevaban símbolos y pancartas contra Rousseff, vistieron de verde y amarillo como es de costumbre en las manifestaciones brasileñas.
La concentración en Brasilia se encuentra cerca del Museo de la República. Se espera que los manifestantes sigan la marcha por la Explanada del Ministerio hasta el Congreso Nacional.
En Río de Janeiro, donde las protestas también se llevarán a cabo, muchas personas comenzaron a caminar por el paseo marítimo de Copacabana con la ropa de la bandera brasileña.
Ante las protestas, la mandataria decidió quedarse en Brasilia durante el fin de semana acompañada por los ministros de la coordenación política principal para así poder controlar las manifestaciones. Rousseff nombrará a uno de sus ayudantes para hacer una evaluación oficial de las protestas.
Según fuentes consultadas, el gobierno considera que habrá "grandes" adhesiones al movimiento, debido al contexto marcado por la profunda recesión, el aumento del desempleo, la baja popularidad de la presidenta y la grave crisis política que se vive. Sumado a esto, el estallido el pasado jueves de la 18 etapa de la operación 'Lava Jato', esta vez involucrando al Ministerio de Planeamiento.
Al mismo tiempo, Rousseff ha dicho en discursos y entrevistas que no dimitirá del cargo, e incluso ha pedido un respeto por la democracia y por los resultados de las elecciones.
Frente a la relación con el congreso, ha buscado un acercamiento con el Senado, especialmente con el Presidente de la Cámara, Renan Calheiros (PMDB-AL). Según encuestas de Datafolha, el 71 por ciento de los entrevistados consideran el gobierno de Dilma como malo o muy malo, y el 66 por ciento se muestra a favor de un 'impeachment'.
Dilma Rousseff logró respirar esta seana después de que su gobierno comenzase una aproximacíon al Senado y así obtener decisiones favorables en el Tribunal de Cuentas de la Unión y en el Tribunal Superior Electoral (TSE).
Aún así, grupos minoritarios exigen el inicio de un juicio político con miras a la destitución de la mandataria por su supuesta responsabilidad en los desvíos de dinero registrados en Petrobras.
Para el Partido de los Trabajadores (PT), las protestas de este domingo son decisivas en el futuro de la crisis interna del partido y del gobierno federal. Una posible baja asistencia puede reforzar el clima de cara al ambiente "favorable" que comenzó esta semana. Sin embargo, si la manifestación es generalmente apoyada, la tormenta que cae sobre Brasil aumentará.
Por último, el PT llamará a sus defensores a una manifestación que muestre la cara opuesta a lo que este domingo se pide. El próximo jueves día 20, sindicalistas y activistas de movimientos sociales están llamados a salir a las calles con la intención de celebrar una movilización en apoyo a Dilma.