Niega que en Venezuela haya dictadura y crisis humanitaria y dice que son excusas para justificar una acción armada
MADRID, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha avisado a Estados Unidos de que en el caso de que intervenga militarmente en la nación caribeña podría enfrentarse a "un nuevo Vietnam", al tiempo que ha subrayado que los militares y "milicianos" están entrenados y armados para defender el país.
En una entrevista publicada este jueves por el diario mexicano 'La Jornada', ha denunciado que Venezuela sufre "20 años (...) de una agresión permanente por parte de Estados Unidos y sus aliados oligárquicos internos". Solo en sus seis años, ha indicado, ha habido "varios intentos violentos de llevar al país a una guerra civil y derrocar al Gobierno".
Maduro ha dicho que desde que Donald Trump llegó a la Casa Blanca los dos países han entrando en una fase de "confrontación total". "Donald Trump está obsesionado con Venezuela", ha aseverado. Según Maduro, su asesor de Seguridad Nacional, John Bolton; su secretario de Estado, Mike Pompeo; y su vicepresidente, Mike Pence; se hacen llamar "equipo Venezuela". "Todos los días tuitean, escriben, declaran, llamando al golpe de Estado abierto", se ha quejado.
Preguntado acerca de una posible intervención militar de Estados Unidos en Venezuela, algo que el propio Trump ha dicho que no descarta, Maduro ha considerado que es una opción, ya que el Gobierno norteamericana "está entrando en una fase de mucha desesperación y se va haciendo cada vez más peligroso".
"Así que es muy importante la conciencia solidaria del mundo, de la gente que quiere paz, de la gente que quiere detener un nuevo Vietnam, esta vez en América del Sur. Venezuela se convertiría en un Vietnam si un día Donald Trump manda al Ejército de Estados Unidos a agredirnos", ha advertido.
El líder 'chavista' ha aclarado que confía en que "nunca suceda", en que "la conciencia de paz del pueblo de Estados Unidos le tuerza la voluntad y la locura a Donald Trump", pero también ha alertado: "Mientras tanto, nos preparamos para defender nuestra sagrada tierra como todo el mundo la defendería".
Maduro ha precisado que esta tarea recae no solo en los cuerpos militares y policiales, sino también en una milicia que, según sus cálculos, en abril llegará a los dos millones de combatientes. "Tienen entrenamiento militar, tienen plan operativo, saben qué hacer en cualquier escenario. Y, además, tienen acceso, y cada vez van a tener más, al sistema de armas nacionales", ha recalcado.
Sobre posibles fisuras en el tradicional apoyo que los militares han dado al 'chavismo', el inquilino del Palacio de Miraflores ha asegurado que, aunque "se han invertido centenares de millones de dólares para dividir a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana", "hoy están más unidos que nunca, no los van a romper".
DICTADURA Y CRISIS HUMANITARIA
El mandatario venezolano ha atribuido a esta supuesta ofensiva estadounidense el calificativo de dictadura que algunos usan para su Gobierno. "Forma parte del guión que el imperio ha utilizado siempre para estigmatizar a los países independientes", ha estimado, indicando que eso "les sirve para justifica cualquier cosa", incluida la acción militar.
También ha negado que haya una crisis humanitaria. "La crisis humanitaria es una farsa", ha espetado. "¿Para qué endilgarnos una crisis humanitaria fabricada a nivel mediático? Para justificar una 'intervención humanitaria', entre comillas", ha insistido.
Maduro ha admitido que "Venezuela tiene problemas, como cualquier otro país", pero ha subrayado que no tiene "algunos problemas que tienen países donde gobierna el neoliberalismo".
CRISIS POLÍTICA
La tensión se ha disparado en Venezuela desde el 10 de enero, cuando Maduro decidió iniciar un segundo mandato que ni la oposición ni buena parte de la comunidad internacional reconocen por considerar que es fruto de unas elecciones presidenciales, las del 20 de mayo, no democráticas.
En respuesta, el presidente de la Asamblea Nacional, el líder opositor Juan Guaidó, se autoproclamó mandatario interino el 23 de enero, en un movimiento que han reconocido Estados Unidos, Canadá, la mayoría de países latinoamericanos y numerosos países europeos, incluido España.
México, Uruguay y la UE, por su parte, han apostado por reactivar la comunicación entre las partes para conseguir una solución negociada a la crisis política que sufre Venezuela. Estos tres actores y los países que les apoyan se reúnen este jueves en Montevideo en una primera toma de contacto.