BUENOS AIRES, 25 Feb. (Notimérica) -
"Cuando la patria está en peligro todo está permitido, excepto no defenderla". Esta es una de las frases célebres de José Francisco de San Martín y Matorras, militar y político cuyas campañas revolucionarias fueron decisivas para las independencias de Argentina, Chile y Perú y que junto a Simón Bolívar, fue reconocido libertador de América por sus importantes contribuciones a la autodeterminación de una gran parte de la América española.
José de San Martín y Simón Bolívar fueron y son los dos protagonistas que simbolizaron la libertad de los pueblos de las Américas. Forman parte de miles de libros de historia que retratan cómo algunos países latinos vieron su independencia del poder español a través de sus heroicas hazañas, fruto de grandes personalidades que impulsaron la firma de emancipación y autonomía de millones de personas.
Nacido el 25 de febrero de 1778, José de San Martín, del que este sábado se cumplen 239 años de su nacimiento, era un militar argentino veterano de guerra que destacó por sus cualidades extraordinarias en el terreno de batalla. Su talento estratégico formó parte de la independencia de Chile y Perú, centro del poder español que se extendió al resto de territorios.
Nacido en Yapeyú --hoy San Martín, localidad de la actual provincia de Corrientes-- el que llaman el "otro" libertador de América fue partícipe en los enfrentamientos más decisivos y sus campañas militares cambiaron por completo el devenir de la historia americana durante el proceso de descolonización que ocupó los inicios del siglo XIX.
José de San Martín se crió en España, país en el que pasó parte de su infancia estudiando geografía, ciencias naturales y matemáticas. Sin embargo, fue a partir de su ingreso en el Regimiento de Murcia cuando deslumbró con una brillante carrera militar.
Con tan solo 13 años, San Martín participó como integrante del ejército español en el combate de Orán. Su notoriedad le vino a partir de su intervención en otras guerras como las del Rosellón en 1793 y de las Naranjas en 1801 pero fue su constancia contra los franceses en la batalla de Bailén, siete años más tarde, la que le llevó a ser nombrado teniente coronel de Caballería.
SAN MARTÍN CONTRA LOS ESPAÑOLES
A pesar de su éxito en el ejército español, San Martín no quiso continuar en él y asistió a algunas congregaciones protagonizadas por otro de los grandes nombres de la liberación americana, el diplomático venezolano Francisco de Miranda.
Junto con sus idearios en 1812 viajó a Buenos Aires donde no fue especialmente bien acogido por su anterior pertenencia al cuerpo realista. Pero por aquel entonces ya se percibían debilidades en el poder español, por lo que la Junta gubernativa le encomendó la creación del Regimiento de Granaderos a Caballo, con la que ganó la batalla de San Lorenzo de febrero de 1813 contra los españoles.
Un año más tarde renunció a la jefatura del Ejército de Buenos Aires para viajar a Perú, donde aceptó sustituir al comandante Manuel Belgrano en el Ejército del Alto, quien había sido derrotado en numerosas ocasiones.
Perú era el principal bastión realista en América, por lo que debía dirigir todos sus esfuerzos hacia su reconstrucción y liberación inmediata. Trazó un plan de conquista desde Chile, país que ya contaba con alguna intentona liberadora fallida por parte de Bernardo O'Higgins y José Miguel Carrera en la ciudad de Rancagua.
Para llegar a Perú había que hacerlo primero por su país vecino, por lo que decidió apoyarse en O'Higgins para llevar a cabo sus planes militares. Instalado en Mendoza, San Martín organizó un ejército de patriotas andinos y estableció una ruta de 24 días --considerada la mayor hazaña militar de todos los tiempos-- que a través de la cordillera de los Andes se haría con el poder de Chile.