QUITO, 28 Sep. (Notimérica)-
Ante las últimas declaraciones del exdirectivo de Odebrecht José Conceição Santos, quien indicó este miércoles que la constructora brasileña había pagado sobornos por valor de 16 millones de dólares al vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, este ha negado las acusaciones indicando que Odebrecht tiene "más de mil millones de razones para odiarme" y además, ha asegurado que Santos es de los que "para salvarse a sí mismo acusa a otros".
Según el vicepresidente, "todo lo que Santos expresó en el día de ayer se tiene que probar. Sé que ha estado destilando odio y no entiendo cómo los jueces permiten que haga ese tipo de expresiones, que, además de estar fuera de lugar, tienen que ser probadas dentro de un proceso".
Glas se ha mostrado indignado ante las declaraciones de Santos y se ha amparado en que "hay más de mil millones de razones por las que Odebrecht me odia. El primer motivo es que cancelamos todos sus contratos en Ecuador provocando que perdiesen más de 700 millones de dólares. Fui yo mismo quien recomendó la expulsión de Odebrecht del país".
Por otro lado, Santos indicó que Jorge Glas había recibido los sobornos a través de la colaboración de su tío Ricardo Rivera, quien presuntamente también se habría beneficiado. No obstante, Glas aseguró en su momento que nunca había mantenido reuniones de negocios con su tío.
"Este hombre es un corrupto confeso que está preso y busca reducir su condena hundiendo a otro. En este caso yo soy el trofeo de toda esta conspiración", ha concluido Glas en una entrevista para 'Radio Morena'.
El vicepresidente ecuatoriano, que estuvo más de nueve horas ratificando su anterior declaración ante la Fiscalía ecuatoriana este miércoles, reconoció el pasado 26 de septiembre que entre 2013 y 2016 mantuvo dos reuniones con Santos. Esta versión es contraria a la de Santos, quien aseguró que mantenían "entre dos y tres reuniones anuales".
Además, el pasado 3 de agosto el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, decidió retirar todas las funciones a Glas a través del Decreto Ejecutivo nº 100. Por el momento, el vicepresidente ecuatoriano se enfrenta a un proceso por corrupción repleto de declaraciones contradictorias.