LA HABANA, 23 Feb. (Reuters/Notimérica) -
Hugo Cancio es un cubano residente en Miami (Estados Unidos) que se considera el rostro del nuevo estilo empresarial estadounidense en Cuba y ha dejado su marca en la música promocionando espectáculos cubanos y de otros artistas latinos. Las acciones de su empresa se cotizan en bolsa y ya hay unos cuantos inversores apostando por él.
Además, Cancio, de 50 años, publica revistas en La Habana y las empresas de comunicación se asocian con él. Empresas de televisión, capital privado y estudios de abogados le piden su opinión sobre el reciente deshielo en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, que anunció en diciembre el presidente estadounidense Barack Obama.
La empresa de Cancio, Fuego Enterprises Inc, se negocia en el mercado extrabursátil, pero no ha dado resultados en seis años. La última vez que produjo beneficios fue a principios de 2009 y después informó de una pérdida y una abrupta bajada de las ventas. Además, ha tenido sus altos y bajos con las autoridades cubanas y una disputa legal con la empresa musical fundada por 'Los Beatles'.
"Hugo es la mejor jugada que tenemos en Cuba y es también la más especulativa", ha afirmado el mayor inversor en Cancio, Thomas Herzfeld, fundador del fondo mutuo Herzfeld Caribbean Basin Fund, localizado en la isla, aunque tiene su sede en Miami.
El hecho de que algunos inversores estén dispuestos a apostar por Cancio pese a sus problemas en el pasado, muestra el reducido número de empresarios estadounidenses con líneas de comunicación con las entidades del Gobierno cubano.
Además, la credibilidad de Cancio ante los cubanos, dicen sus socios, viene en parte por su explícita oposición al embargo estadounidense impuesto en 1962, así como sus profundas raíces con Cuba. El nivel de influencia de Cancio en los cubanos es impresionante para un estadounidense, según sus defensores en La Habana y en las misiones diplomáticas de Cuba en Nueva York y Washington.
UNA VIDA DEDICADA A LA MÚSICA
Cancio nació en el negocio de la música. Su padre, Miguel, fue fundador del grupo 'Los Zafiros', popular en la década de 1960 en Cuba, cuyo sonido, que tenía influencias del Doo-wop estadounidense (una mezcla de blues con otros ritmos), fue censurado.
El cubano fue expulsado del colegio por hacer bromas sobre Fidel Castro. Su madre, una mujer soltera que temía un futuro poco halagüeño para Hugo, trasladó a su familia a Miami durante la ola de migración de 1980, en la que 120.000 personas emigraron desde el puerto de Mariel.
En Miami, Cancio trabajó en una concesionaria de automóviles para ayudar a su familia mientras estudiaba secundaria. A comienzos de la década de 1990, escuchó que Cuba estaba permitiendo las visitas de familiares exiliados y lanzó un negocio de viajes.
Finalmente, realizó su primer viaje de vuelta a La Habana en 1994. Ahí conoció a Fidel Castro en un evento para exiliados. Cancio aprovechó la oportunidad para, entre otras cosas, meterse en el negocio de la música, produciendo una película sobre el grupo de su padre.
A pesar de su amor por Cuba, Cancio sostuvo una relación complicada con el Gobierno y otros exiliados en Miami. En la década de los noventa, a medida que se iba haciendo importante en la comunidad cubano-americana, Cancio abogaba por el fin del embargo estadounidense contra Cuba, por lo que le acusaron de ser comunista.
En 2003 se le prohibió viajar a Cuba durante un año tras denunciar una represión contra los disidentes políticos. Pasaron cinco años sin que entrase en el país, tiempo durante el que creó su empresa, en un esfuerzo por explotar el auge de la música latina en Estados Unidos.
PROBLEMAS FINANCIEROS
En su presentación anual de resultados financieros de 2008, la empresa de Cancio informó que tenía un déficit en capital de trabajo, que había incumplido la presentación de impuestos y que se había vencido el plazo para la mayoría de sus cuentas pagables.
Entonces, ante los resultados negativos, Cancio ha explicado: "Cambiamos de velocidad y decidimos alejarnos del negocio de la música y en lugar de ello ocuparnos calmadamente de posicionarnos en Cuba".
Después de la elección como presidente de Obama en 2008 y los primeros planes de apertura con Cuba, Cancio dio a su país una nueva oportunidad de negocios. En 2010, promocionó un viaje a Estados Unidos del cantautor cubano Silvio Rodríguez que incluyó una presentación en el Carnegie Hall con entradas agotadas. Un concierto con otra estrella cubana, Pablo Milanés, se cumplió a la perfección pese a unas protestas.
"Me di cuenta en ese entonces", dijo Cancio, "que el momento era perfecto para ambas partes". En 2012, sintiendo un cambio en la política hacia la isla, lanzó dos publicaciones ilustradas en La Habana llamadas 'OnCuba' y 'ArtCuba' y una página web. Una tercera publicación, centrada en el mercado inmobiliario emergente, saldrá en abril.
EL FUTURO
Su empresa ha evolucionado de diferentes maneras. Es dueño de MAScell, una firma de tarjetas telefónicas prepagadas en Miami que opera en Cuba -y tiene pactos de exclusividad con otras dos empresas telefónicas que quieren hacer negocios en Cuba, como la firma Blackstone.
"Es difícil saber qué oportunidades están disponibles o qué quiere Cuba", dijo el presidente ejecutivo de Blackstone, Luis Arias. "Pero Hugo está en el terreno y él sabe quién es quien".
Las acciones de Fuego Enterprises Inc tienen un escaso nivel de operaciones, pero subieron con fuerza por la noticia de los acuerdos entre Washington y La Habana. Mientras, Cancio adopta una visión a largo plazo sobre las relaciones de Estados Unidos y Cuba, considerando que su normalización "será de forma gradual" y que "Cuba probablemente definirá y seleccionará con quién hacer negocios".