BUENOS AIRES, 23 Mar. (Notimérica) -
El coronel Juan Jaime Cesio fue despojado de su rango durante la dictadura argentina por acompañar y defender la labor de las Madres de Plaza de Mayo en una de sus marchas. Con esto pretendía mostrar su indignación hacia el autodenominado gobierno de reorganización nacional que dirigió Argentina tras el golpe de Estado que los militares llevaron a cabo el 24 de marzo de 1976, aunque le costara su puesto. Tras muchos años de espera, el 23 de marzo de 2006, J.J. Cesio pudo recuperarlo.
El movimiento de las Madres de Plaza de Mayo comenzó un sábado de abril de 1977 cuando las madres, preocupadas, decidieron llevar una carta al Gobierno para preguntar qué había pasado con sus hijos y nietos desaparecidos. A partir de entonces, como no obtenían ninguna respuesta, siguieron acudiendo a la cita. El tercer jueves ya eran más de 300 mujeres reunidas frente a la Casa de Gobierno reclamando información.
El panorama político de Argentina en aquel momento dejaba mucho que desear. La población se encontraba sometida a una dictadura cívico-militar denominada Proceso de Reorganización Nacional. Los Derechos Humanos quedaron relegados y olvidados para dejar paso a un sinfín de atrocidades que han dejado una huella indeleble en el país.
El coronel Cesio, durante la dictadura, declaró que "bandas integradas por militares han usurpado el gobierno (...) se cometen delitos aberrantes como el secuestro, la tortura y el asesinato de miles de personas".
Estas declaraciones fueron juzgadas por el Superior Tribunal de Honor del Ejército y calificadas como falta gravísima al honor con pérdida total del uso del grado, título y uniforme, en una condena de por vida por "deshonor e indecoro militar" que hicieron de esta sanción un código de silencio que no se rompería hasta el final de la dictadura.
Durante más de 20 años de democracia, la sanción aplicada al coronel Cesio siguió vigente. Hasta que el 23 de marzo de 2006, 30 años después, el presidente Néstor Kirchner puso "las cosas en su justo lugar" con la intención de solucionar las tensiones entre la sociedad y la política y restituyó al coronel a su merecido puesto, proponiendo además para él un ascenso a general de brigada.
Aunque actualmente Juan Jaime Cesio, de 90 años, no forma parte activa del Ejército, se trata de un acto simbólico que refuerza los valores de Argentina que no olvida las injusticias que se cometieron.