Actualizado 12/12/2014 10:35

Hija de presidente de Nicaragua se opone en Youtube al Canal Interoceánico

Zoilamérica Ortega se opone al canal de Nicaragua
Foto: YOUTUBE

SAN JOSÉ (Costa Rica), 12 Dic. (Notimérica) -

   Zoilamérica Ortega Murillo, hija de la Coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía del Gobierno de Nicaragua, Rosario Murillo, e hijastra del presidente del país, Daniel Ortega, ha publicado un vídeo en Youtube en el que se suma a quienes se oponen al proyecto de canal interoceánico.

   Desde Costa Rica, donde reside desde que fuera expulsada de su país por la familia presidencial junto a su pareja, el año pasado, Zoilamérica ha denunciado que los nicaragüenses "no fuimos consultados" para la construcción del Canal, "aún cuando se ponen en peligro nuestra soberanía, nuestra naturaleza y el futuro de nuestros hijos e hijas".

   Por eso --dice-- "me sumo a la lucha, a las voces que dicen no a un proyecto que trata de favorecer únicamente a grandes poderes económicos", y que, según el Gobierno, comenzará a ejecutarse a partir del 22 de diciembre al sur del país.

   La hijastra del presidente nicaragüense, también apoya a las familias que se niegan a ser desplazadas de sus territorios "simplemente por satisfacer concesiones de grandes poderes económicos no transparentes ni visibles".

   Zoilamérica dice que los nicaragüenses protestan "porque no tuvieron la oportunidad" de ser consultados sobre un proyecto que "a toda luz creará graves daños no sólo en nuestra soberanía sino también en nuestras vidas".

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   "Me sumo a los que claman por conservar la creación de Dios en nuestra Nicaragua tal y como está. Me sumo a los que claman por la madre tierra y por la ruptura que la ecodiversidad va a sufrir en nuestro país", dice Zoilamérica, quien subraya que, "luchar por la vida hoy, es luchar porque Nicaragua continue teniendo su geografía y porque nuestras familias tengan el derecho de elegir donde quieren que sus hijos crezcan y donde las futuras generaciones van a habitar y a dar frutos".

   "Luchar por la vida hoy es defender nuestra soberanía, nuestro derecho a tener una vida digna. Muchos nicaragüenses desde el exterior acompañamos a estas voces y nos sumamos a la lucha por nuestra Nicaragüa", concluye.

CONFLICTIVAS RELACIONES FAMILIARES

   Desde su expulsión de Nicaragua, Zoilamérica trabaja junto con su pareja, el boliviano Carlos Ariñez, en la fundación Casa Abierta, fundación que trabaja con temas de violencia intrafamiliar, inmigración y diversidad sexual, entre otros.

   Las autoridades nicaragüenses deportaron a su esposo a finales de junio del año pasado tras ser detenido y acusado de haber violado las leyes de migración, al permanecer de forma ilegal en el país centroamericano y no actualizar su periodo de instancia, tras vivir allí durante cuatro años.

   Su esposa, Zoilamérica, atribuyó en cambio la expulsión a una represalia por el apoyo que ella, junto a su esposo, brindaron a los ancianos que protestaban entonces contra el gobierno en demanda de una pensión reducida. Al respecto aseguró que fue su madre quien la llamó para decirle que eran las consecuencias por sus actos.

   El esposo de Zoilamérica trabajaba como asesor en proyectos y comunicación del Centro de Estudios Internacionales (CEI) que ella dirigía en Nicaragua.

   Es, de momento, la última etapa en la conflictiva relación que Zoilamérica mantiene con su familia. Y es que en el año 1992, y siendo ya militante del Frente Sandinista de Liberación Nacional, hizo público un testimonio contra su padre adoptivo, asegurando que desde la edad de 11 años, fue reiteradamente acosada y abusada sexualmente por Daniel Ortega.

   Cuando el escándalo estalló, su madre, la poetisa y política Rosario Murillo, salió en defensa de su marido y acusó a su hija de estar en complot con los enemigos del sandinismo.

   Zoilamérica retiró años después la demanda que había interpuesto ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, acusando al Estado de Nicaragua por denegación de justicia, lo que propició un arreglo con el Estado, pero no una reconciliación familiar.