Publicado 27/01/2025 16:44

El hambre y la inseguridad alimentaria caen en Latinoamérica gracias a programas sociales y esfuerzos postpandemia

Archivo - September 26, 2021, Mayapo, La Guajira, Colombia: A Wayuu indigenous member covers her head with a sac of food while she carries a water bottle during a Humanitarian Mission developed by ''De Corazon Guajira'' in Mayapo at La Guajira - Colombia
Archivo - September 26, 2021, Mayapo, La Guajira, Colombia: A Wayuu indigenous member covers her head with a sac of food while she carries a water bottle during a Humanitarian Mission developed by ''De Corazon Guajira'' in Mayapo at La Guajira - Colombia - Europa Press/Contacto/Miyer Juana - Archivo

La alta exposición a "eventos climáticos extremos" afecta a la seguridad alimentaria de un 74% de países de Latinoamérica y el Caribe

MADRID, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -

El hambre y la inseguridad alimentaria han enlazado dos años consecutivos de caída en la región de Latinoamérica, certificando así los resultados de programas de protección social, esfuerzos económicos postpandemia y de políticas especificas, según se desprende del último informe regional sobre Seguridad Alimentaria y la Nutrición en 2024 elaborado por la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y otras organizaciones.

De acuerdo con el informe, el hambre afectó a 41 millones de personas en la región a lo largo del año 2023, registrando una disminución de 2,9 millones de personas respecto al año anterior, y de otros 4,3 respecto a 2021. Lo mismo ocurre con la inseguridad alimentaria moderada o grave, cuyas cifras se encuentran por debajo del promedio mundial por primera vez en la última década.

"Esta reducción se explica por la recuperación económica de varios países de América del Sur debido a programas de protección social, esfuerzos económicos postpandemia y políticas específicas destinadas a mejorar el acceso a los alimentos", reza el informe, que refleja que la inseguridad alimentaria afecta con más intensidad a las comunidades rurales y las mujeres. "La brecha de género en Latinoamérica y el Caribe sigue siendo más elevada que el promedio global", añade el texto.

Respecto a la malnutrición, el informe apunta que el retraso en el crecimiento ha afectado al 22,3 por ciento de los niños menores de cinco años en el mundo en el año 2022, si bien en Latinoamérica y el Caribe esta cifra es de un 11,5 por ciento, "significativamente por debajo del promedio mundial". En la región, uno de cada diez niños menores de cinco años vive con desnutrición crónica, alerta el texto.

"La desnutrición y el sobrepeso coexisten en la región, exacerbados por la alta exposición y vulnerabilidad climática en las comunidades más vulnerables. Esta doble carga de la malnutrición amenaza diariamente el desarrollo pleno de la infancia", ha dicho la directora regional del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en Latinoamérica y el Caribe, Karin Hulshof.

UN 74% DE PAÍSES ALTAMENTE EXPUESTOS A EVENTOS CLIMÁTICOS EXTREMOS

Por otro lado el Panorama Regional de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición 2024 ahonda en que "los patrones cambiantes de la variabilidad del clima y los eventos extremos" también impacta de forma negativa en la situación de la seguridad alimentaria y "refuerza otras causas subyacentes de la malnutrición". Latinoamérica y el Caribe se ubica como la segunda región del mundo "más expuesta" a los eventos climáticos extremos, tan solo por detrás de Asia.

Al menos 20 países de la región (el 74 por ciento de los países analizados) se enfrentan a una "alta frecuencia" de eventos climatológicos adversos, lo que se traduce como "una exposición significativa". De estos, catorce (el 52 por ciento) se consideran vulnerables porque tienen una mayor probabilidad de tener un impacto negativo por estos fenómenos.

Así las cosas, el informe ahonda en que la compleja situación por los eventos climáticos extremos se ve agravada por "los persistentes desafíos estructurales" de la región, como son los conflictos armados, las desaceleraciones económicas y las diferentes crisis que azotan el territorio. También influye otros "factores subyacentes" como los altos niveles de desigualdad, la falta de acceso a dietas saludables y los entornos "poco saludables" a nivel alimenticio.

"La variabilidad del clima y los eventos extremos son una amenaza para la estabilidad de la seguridad alimentaria y la nutrición", ha manifestado el subdirector regional de la FAO para Latinoamérica y el Caribe, Mario Lubetkin, quien ha abundado en la importancia de implementar medidas basadas en "políticas y acciones diseñadas para fortalecer la capacidad de los sistemas agroalimentarios".

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