Publicado 03/12/2024 12:51

Guterres expresa su "alarma" por la ofensiva yihadista y rebelde en Siria y pide un "cese inmediato de las hostilidades"

Archivo - El secretario general de la ONU, António Guterres (archivo)
Archivo - El secretario general de la ONU, António Guterres (archivo) - Lev Radin/ZUMA Press Wire/dpa - Archivo

La reactivación de los combates provoca la huida de unas 48.500 personas en pocos días y deja al menos siete niños muertos

MADRID, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha expresado su "alarma" ante la "escalada de violencia" en Siria a raíz de la ofensiva a gran escala lanzada por grupos rebeldes y yihadistas contra las fuerzas gubernamentales en el noroeste del país, motivo por el que ha reclamado un "cese inmediato de las hostilidades".

El portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, ha dicho que la ofensiva, encabezada por Hayat Tahrir al Sham (HTS), "una entidad sujeta a sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU", junto a "un amplio abanico de facciones opositoras armadas" ha provocado "un giro en líneas de frente estáticas desde 2020".

"Hay informaciones sobre víctimas civiles, el desplazamiento de decenas de miles de personas, daños a infraestructura civil e interrupción de los servicios esenciales y la ayuda humanitaria", ha lamentado, antes de pedir a las partes "proteger a los civiles" y permitir pasos seguros para su huida de las hostilidades.

En este sentido, ha reseñado durante su rueda de prensa diaria que "los sirios han soportado un conflicto desde hace cerca de catorce años" y "merecen un horizonte político que derive en un futuro pacífico, sin más derramamiento de sangre".

Por ello, ha resaltado que el secretario general del organismo "recuerda a las partes sus obligaciones bajo el Derecho Internacional", incluida "la vuelta al proceso político facilitado por la ONU, en línea con la resolución 2254 del Consejo de Seguridad".

Por su parte, el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, Volker Turk, ha expresado su "preocupación extrema" por el repunte del conflicto, antes de argumentar que esta situación "agrava aún más el sufrimiento que padecen millones de civiles", según ha detallado su portavoz, Jeremy Laurence.

"SITUACIÓN TRÁGICA"

"Se trata de una situación trágica, ya que muchos de ellos viven en la miseria desde que estalló el conflicto hace casi catorce años", ha explicado, al tiempo que ha apuntado a casos documentados de "incidentes extremadamente preocupantes" que acarrearon la muerte de civiles en ataques de HTS y las fuerzas gubernamentales.

De esta forma, ha ahondado en que "las hostilidades están causando la destrucción y daños en objetos civiles, incluidas instalaciones sanitarias, edificios que acogen a instituciones dedicadas a la educación y mercados", por lo que ha reiterado el llamamiento a las partes para que respeten el Derecho Internacional Humanitario.

"Ya antes de que medio millón de personas huyeran a través de la frontera a causa de los combates en Líbano en septiembre, unos 16,7 millones de sirios necesitaban ayuda humanitaria. Es trágico que tantos hayan tenido que sufrir esta situación desde hace tanto tiempo", ha apuntado.

Laurence ha puntualizado que la situación de miles de nuevos desplazados desde el 27 de noviembre es "crítica" debido a la llegada del invierno, por lo que ha pedido a las partes una reducción de las hostilidades y a "terceras partes con influencia" que "hagan todo lo que esté en su mano" para garantizar que se respetan las leyes internacionales.

En esta línea, el portavoz de la oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU ha reclamado además que fomenten un "diálogo" y que "eviten que la violencia aumente el sufrimiento del pueblo sirio e incremente aún más las tensiones regionales".

AL MENOS SIETE NIÑOS MUERTOS POR LOS COMBATES

En este contexto, el director del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) para Oriente Próximo y Norte de África, Edouard Beigbeder, ha mostrado su "profunda alarma" por las hostilidades y ha indicado que hay informaciones sobre la "trágica muerte" de al menos siete niños, mientras que más de 30 menores han resultado heridos.

"Una vez más, los niños son los más afectados por el conflicto. Desde el 27 de noviembre, más de 48.500 personas se han visto desplazadas, principalmente niños y mujeres. La mayoría de los niños han sido desarraigados varias veces debido a crisis anteriores", ha dicho.

Beigbeder ha manifestado que "la violencia actual es un duro recordatorio de la urgente necesidad de que todas las partes en conflicto respeten el Derecho Internacional Humanitario y den prioridad a la protección de los civiles, especialmente de los niños", antes de pedir "un acceso rápido, seguro y sin trabas a los trabajadores humanitarios" para dar apoyo a los damnificados.

"En Siria, la infancia está soportando una de las emergencias más complejas del mundo: una combinación de enfrentamientos armados prolongados, repetidos desplazamientos de civiles, recesión económica, brotes de enfermedades y un terremoto devastador", ha argüido, por lo que ha insistido en que la protección de los menores "es primordial".

"Los niños de Siria merecen vivir en paz y seguridad, y debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano para proteger sus vidas y su futuro. Seguimos comprometidos a trabajar con nuestros aliados para prestar ayuda humanitaria y defender los derechos y la protección de todos los niños afectados por este conflicto", ha explicado.

A estas declaraciones se ha sumado el jefe de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, Tom Fletcher, ha manifestado en un mensaje publicado en su cuenta en la red social X que el organismo "sigue cuidadosamente la situación en Siria", que ha descrito como "preocupante".

"Decenas de miles de personas están en movimiento, los servicios críticos están interrumpidos y mujeres, hombres y niños temen por su seguridad. Los sirios han soportado ya más de trece años de sufrimiento. Todas las partes deben hacer más para proteger a los civiles", ha zanjado.

La ofensiva de rebeldes y yihadistas es la primera ofensiva a gran escala desde que los presidentes de Turquía y Rusia, Recep Tayyip Erdogan y Vladimir Putin, respectivamente, pactaran en 2020 un alto el fuego tras meses de combates. Moscú es uno de los principales apoyos internacionales del presidente sirio y su intervención militar en 2015 permitió a las fuerzas gubernamentales repeler los avances rebeldes y estabilizar los frentes.

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