WASHINGTON, 26 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha sido interrumpido este lunes durante un discurso por un joven del público, que le ha pedido a gritos que paralice las deportaciones de inmigrantes irregulares que se producen en su país, tal y como ha recogido el diario estadounidense 'The Washington Post'.
Durante un acto en San Francisco, en el que el mandatario ha hablado sobre la reforma inmigratoria, el joven ha denunciado que 11,5 millones de inmigrantes viven como indocumentados en los Estados Unidos y ha pedido la acción del presidente. "Usted tiene el poder para detener las deportaciones para todos", ha apostillado.
En ese momento, el presidente ha decido responder al joven, pidiendo a los miembros de seguridad que no actuasen contra él: "Lo que estoy proponiendo es el camino más difícil, que es el uso de nuestros procesos democráticos para lograr ese mismo objetivo, pero no va a ser tan fácil como gritar".
Obama ha acudido al barrio chino de San Francisco para defender que la reforma migratoria provocaría una bonanza económica para el área de la bahía, así como para otras comunidades a nivel nacional. En este sentido, ha recordado que el 35 por ciento de los dueños de negocios en San Francisco son inmigrantes, muchos de ellos estadounidenses de origen asiático.
"No hay que ser economista para darse cuenta de que los trabajadores serán más productivos si tienen a sus familias con ellos o si no están preocupados por la deportación", ha apostillado el presidente, que ha insistido en que la reforma que propone es "lo que hay que hacer". "Es la solución más inteligente", ha sentenciado.
Por ello, se ha referido a los miembros republicanos de la Cámara de Representantes para incidir en la importancia de avanzar en esta reforma. Asimismo, ha reiterado su apoyo a un enfoque por partes --en lugar de una reforma total-- en la Cámara "si eso es lo que haría falta para aprobar un paquete de reformas".
EL APOYO DEL 60% DE LOS ESTADOUNIDENSES
La reforma migratoria que impulsa el presidente de Estados Unidos, con la que miles de inmigrantes 'sin papeles' esperan obtener la nacionalidad, cuenta con el respaldo del 63 por ciento de los ciudadanos, según un estudio difundido este lunes por el Public Religion Research Institute (PRRI).
El sondeo, elaborado a partir de 1.005 entrevistas realizadas entre el 6 y el 10 de noviembre, sitúa en el 63 por ciento la proporción de quienes abogan por conceder la nacionalidad a los inmigrantes que ya vivan en el país y cumplan determinados requisitos.
Un 14 por ciento prefieren que no obtengan el pasaporte sino un permiso de residencia permanente, recoge la encuesta, con un margen de error de 3,1 puntos porcentuales.
Obama hizo de la reforma migratoria una de sus grandes promesas electorales, pero se ha topado con la división del Congreso, que ha ido aplazando el debate. En la calle, un 42 por ciento de los ciudadanos no consideran la ley algo prioritario, un punto más de quienes prefieren que el tema sea resuelto inmediatamente.
Los republicanos, que controlan la Cámara de Representantes, han abogado por aumentar la seguridad en la frontera como paso previo a cualquier ley, un tema en el que la población parece dividida. Así, mientras que un 49 por ciento sí que apoyan añadir 20.000 agentes fronterizos y más de mil kilómetros de valla en la frontera con México --medidas que costarían unos 46.000 millones de dólares--, un 45 por ciento están en contra de estas medidas.