QUITO, 21 Ene. (Notimérica) -
El 21 de enero del año 2000, el por entonces presidente de la República de Ecuador, Jamil Mahuad, era derrocado, huyendo posteriormente a Estados Unidos. Nacido en Loja en 1949, y de origen libanés y alemán, Mahuad es en la actualidad una de las personalidades políticas ecuatorianas más polémicas. Después de huir del país y mantener varios cargos con la Justicia ecuatoriana contraídos durante su periodo como presidente de Ecuador entre 1998 y el año 2000, el expresidente continúa sin poder pisar suelo ecuatoriano.
Antes de alzarse como presidente de la República, Mahuad ocupó cargos como Ministro de Trabajo y Portavoz del gobierno de Osvaldo Hurtado Larrea. Tras una fallida candidatura presidencial, consiguió hacerse con la Alcaldía de Quito en 1992, puesto con el que obtuvo gran notoriedad y prestigio político en el país.
En 1998, y tras sufrir un derrame cerebral un año antes en la Conferencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) organizada en Barcelona, Mahuad se hizo con la Presidencia de Ecuador con el hoy desaparecido partido Democracia Popular, en unas elecciones marcadas por la polémica debido a las acusaciones de fraude electoral de su opositor del partido Partido Roldosista Ecuatoriano, Álvaro Noboa.
Como primera medida de su mandato, desarrollado entre agosto de 1998 y enero del año 2000, Mahuad pactó el 26 de octubre de 1998 a través de negociaciones políticas la firma del Acuerdo de paz con Perú. El tratado puso fin en dos meses y medio al por entonces largo conflicto con el país vecino y concretó, entre otras cuestiones, una de las principales discrepancias entre los estados, la frontera terrestre.
Además, como presidente de la nación ecuatoriana, en aras del desarrollo del Plan Colombia a favor de la erradicación de la droga y su comercialización en Sudamérica, Mahuad firmó un acuerdo de cooperación con los Estados Unidos para el uso de la Base Aérea de Manta (Manabí).
CRISIS FINANCIERA
Sin embargo, las medidas financieras adoptadas por Mahuad durante el año y medio de mandato acrecentaron la difícil situación económica que por entonces ya vivía el país. Tal y como se aseguraba desde el gobierno, con intenciones de paliar los problemas por los que atravesaban los bancos privados, el presidente decretó una ley con la que detinó dinero de origen estatal a las entidades bancarias privadas para evitar su quiebra.
Aunque la medida dio algunos resultados, muchos bancos privados ecuatorianos se vieron obligados a cerrar, como fue el caso del Banco del Progreso, uno de los bancos más grandes del país. El gobierno tuvo que crear la Agencia de Garantía de Depósitos (AGD), una institución destinada a la devolución del dinero perdido a los clientes de los bancos quebrados. El organismo solventó parcialmente las deudas con los ciudadanos, dirigiendo los créditos y bonos aportados por el gobierno hacia otros bancos y a la compra de dólares, lo que provocó la devaluación de la entonces moneda de curso legal de Ecuador, el sucre.
La impresión desmedida de billetes del Banco Central de Ecuador para solventar las deudas dio lugar a un incremento de la inflación, y esto conllevó una recesión y el aumento del desempleo en el país, así como la salida de miles de ecuatorianos hacia otros países.
La crisis económica que vivía en el país acabó por detonar una crísis política que se vió acredentada por las declaraciones del presidente del Servicio de Rentas Internas y cabeza del Banco del Progreso, Fernando Aspiazu, quien afirmó haber financiado ilegalmente la campaña presidencial de Mahuad.
El día 21 de enero del año 2000, Jamil Mahuad fue derrocado después de que las Fuerzas Armadas de Ecuador y la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE) tomaran las calles de la capital y llegaran al Congreso Nacional. Esa misma noche, se creó un triunvirato, conformado por el representante indígena, Antonio Vargas; el general de las Fuerzas Armadas, Carlos Mendoza; y el jurista Carlos Solórzano Constantine, en representación de la sociedad civil.
Mahuad, quien se había refugiado en la Embajada de Chile, fue cesado y sustituído bajo la cláusula de 'abandono del porder' por su vicepresidente, el catedrático Gustavo Noboa, quien asumió constitucionalmente el puesto de nuevo presidente de la Nación el día 22 de enero del 2000.
Se inició entonces un proceso judicial en su contra que se mantiene hasta día de hoy. En este procedimiento se le acusa de malversación de fondos públicos por la congelación de depósitos durante su mandato y la violación de normas constitucionales mediante decretos ejecutivos legislados en la época de su presidencia. Además, debido a la acusación realizada por Fernando Aspiazu sobre la financiación ilegal de su campaña electoral, sobre Mahuad recayó una multa por parte del Tribunal Supremo Electoral de Ecuador.
BUSCADO POR LA INTERPOL
Tras el ofrecimiento formal de asilo diplomático de Chile, Jamil Mahuad decidió viajar a Estados Unidos, donde ocupó un puesto como docente de la escuela de administración gubernamental de la Universidad de Harvard y pasó a formar parte del Consejo de Presidentes y Primeros Ministros del Centro Carter, una organizacióin sin ánimo de lucro creada por el expresidente Jimmy Carter que se dedica a la investigación, análisis y observaciónm de procesos electorales.
En el mes de mayo del año 2014 la Policía Internacional (Interpol) emitió una circular roja contra el expresidente ecuatoriano en la que era requerido por la Justicia ecuatoriana por la violación de normas constitucionales, como la congelación de fondos públicos en beneficio privado. Sin embargo, la Interpol acabó por negarse a llevar a cabo la detención de Mahuad alegando que se trata de un tema político que no es de su competencia.
Dos días después del citado anuncio policial, la Justicia ecuatoriana sentenció a Mahuad a 12 años de reclusión sin atenuates debido a las graves consecuencias y la repercusión pública que el congelamiento bancario realizado en plena crisis financiera tuvo para el país.
Jamil Mahuad, quien continúa residiendo en Estados Unidos, declaró considerarse una víctima de una persecución política y afirmó que los efectos sociales que podrían haber surgido de no haber tomado medidas, dejando caer al país en la hiperinflación, habrían sido más duros para el pueblo más pobre de Ecuador. Además, a día de hoy sigue defendiendo haber aportado estabilidad al país gracias a la firma de paz con Perú y el bono de desarrollo humano.