WASHINGTON, 25 Ago. (Reuters/Notimérica) -
Las posibilidades de un acuerdo rápido entre México y Estados Unidos han disminuido este viernes, debido a que surgieron desacuerdos sobre energía y persistió el conflicto en torno al contenido regional en autos en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Desde que se reanudaron las conversaciones el mes pasado, los negociadores de ambos países se han enfocado en alcanzar puntos de coincidencia, pero en los últimos días las opiniones divergentes sobre la política energética entre los Gobiernos entrante y saliente de México han planteado un nuevo obstáculo.
El equipo del presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, tiene dudas sobre consagrar en el nuevo pacto la apertura del sector petrolero y gasífero promulgada por el actual presidente Enrique Peña Nieto, han asegruado tres fuentes cercanas a las conversaciones.
"El tema de energía está parando todo (...) quieren sacar el capítulo de la negociación y es quizás el más importante", ha declarado este viernes una de las fuentes, que ha hablado bajo condición de anonimato.
Cuando se le preguntó esta semana sobre el tema de la energía, el negociador comercial designado por el izquierdista López Obrador, Jesús Seade, trató de minimizar el asunto, diciendo que no era "sustantivo".
López Obrador, quien asumirá el poder en diciembre, ha sido un férreo opositor a la reforma energética de Peña Nieto, y el tema genera divisiones al interior de su equipo. Los asesores empresariales respaldan una mayor inversión privada en el sector, mientras que los aliados más nacionalistas están en contra.
Otro punto de fricción en las conversaciones han sido las nuevas reglas de origen para la fabricación de automóviles, que los negociadores estadounidenses esperan que beneficien a su país.
"El tema automotriz pareciera está lejos de resolverse", ha declarado una fuente de la industria. El optimismo inicial sobre un trato inminente se ha desvanecido gradualmente.
El secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo, quien afirmó el miércoles que un avance bilateral podría estar a "horas" de distancia, señaló que las conversaciones continuarán el fin de semana en Washington.
Sobre las divergencias en su país respecto al capítulo de energía, Guajardo ha declarado: "trabajamos con el equipo entrante de México y queremos estar seguros de que todos se sientan cómodos con estos acuerdos".
Hablando a las afueras de las oficinas del representante comercial de Estados Unidos, Guajardo ha comentado sobre la dificultad de conseguir un acuerdo final: "siempre en una negociación puede salir algo en algún momento. Uno no puede decir que tiene el 'deal' en la mano".
Cuando se le preguntó si las conversaciones habían avanzado en una propuesta de "caducidad" presentada por Estados Unidos y que podría terminar con el TLCAN después de cinco años, Guajardo dijo que era un problema que se resolvería una vez que Canadá regresara a la renegociación.
Canadá ha estado fuera de la última ronda de conversaciones a la espera de que los equipos de México y Estados Unidos solucionen sus problemas.
La canciller canadiense, Chrystia Freeland, eludió preguntas sobre cuándo regresaría a las conversaciones durante una visita a una planta de fabricación de acero en Vancouver, pero dijo que había recibido informes optimistas de los socios en el acuerdo.
"Como he dicho, realmente depende de la rapidez con que Estados Unidos y México puedan resolver esos problemas bilaterales", dijo. "Los problemas de Estados Unidos y México dentro del TLCAN son realmente complicados", agregó.