MADRID, 19 Ene. (Notimérica) -
Este 19 de enero se cumplen 34 años de la detención en Bolivia de un criminal de guerra nazi y alto oficial de las Schutzstaffel (SS) Klaus Barbie. Barbie fue uno de los nueve mil nazis que lograron huir de Alemania y llegar a Iberoamérica a través de las ratlines o líneas de ratas.
Lograron refugiarse en paraísos seguros en Sudamércia, particularmente Argentina, Paraguay, Brasil, Chile, Perú y Bolivia, gracias a la red de colaboración secreta ODESSA desarrollada por grupos nazis.
Esta organización, creada por cinco magnates alemanes, ideó tres rutas de evasión, más conocidas como 'ratlines'o líneas de ratas, a través de las cuales los criminales de guerra nazis huían.
ODESSA no fue la única organización secreta que existía para ayudar a los ex-miembros de las SS a huir de Alemania. Se incluyen la CIA, varios gobiernos latinoamericanos y una red de clérigos católicos con base en Italia.
La historiadora Gitta Sereny, atribuye el hecho de la escapatoria de los nazis no sólo a las actividades de una organización clandestina como ODESSA, sino también al caos de la postguerra unido a una incapacidad de la iglesia católica y la Cruz Roja para verificar a todas las personas que acudían por ayuda. Este descontrol provocó que más de 800 altos cargos del estado nazi entraran con pasaportes de la Cruz Roja Internacional.
Sereny identificó al alemán y obispo de la comunidad católica alemana en Roma, Alois Hudal, como el principal agente en ayudar a los nazis a escapar desde Italia hacia Sudamérica. Hudal recibió autorización para nombrar a un funcionario que visitara a los internados civiles germanoparlantes en Italia. Usó este puesto para ayudar a escapar a buscados criminales de guerra nazis y los proveyó con dinero y con documentos de identidad falsos de la Organización de Refugiados del Vaticano (Commissione Pontificia d'Assistenza).
Estos documentos no eran exactamente pasaportes, pero suficientes para permitirles el traslado a otros continentes y obtener un pasaporte personal de parte del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que a su vez podía ser usado para obtener una visa.
NAZIS HUIDOS
Esta lista de pasos para huir de Alemania la usó Klaus Barbie, quien estuvo involucrado en diversos crímenes de guerra y contra la humanidad y se ganó el apodo de "El carnicero de Lyon" como jefe de la Gestapo local en Lyon, Francia. Fue condenado a muerte dos veces durante su ocultamiento en Bolivia en 1952 y 1954, por ser responsable de más de 4.000 asesinatos y del envío a campos de concentración de 7.500 personas.
El criminal negó todas las acusaciones aunque finalmente el 4 de julio de 1987 fue sentenciado a cadena perpetua por crímenes contra la humanidad, muriendo cuatro años después en una prisión de Lyon a causa de leucemia.
Otro de los líderes nazis que huyó a través de estas rutas fue Otto Adolf Eichmann quien se ocultó bajo el alias de Ricardo Klement en Argentina desde 1952. Allí crió a su familia trabajando en una fábrica de automóviles. Durante la guerra, Eichmann fue la mano derecha del jefe de las SS Heinrich Himmler en el Tercer Reich. Fue responsable de los trenes que transportaron a millones de judíos a su muerte en los campos de exterminio polacos ocupados por los nazis. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, Eichmann fue capturado por el Ejército de los Estados Unidos ocultándose bajo una falsa identidad, hasta que en 1946 logró escapar y llegar a Argentina en 1950 a través de un salvoconducto.
Permaneció en Buenos Aires hasta que fue descubierto por un judío alemán migrado a Argentina en 1938 cuya hija había sido amiga de uno de los cuatro hijos de Eichmann. Así, fue capturado y trasladado a Israel donde fue declarado culpable y ahorcado por crímenes contra la humanidad en 1962.
También encontró su refugio en Argentina el conocido 'Ángel de la muerte' del campo de Auschwitz', Josef Mengele. Este médico, antropólogo y oficial alemán de las SS durante la Segunda Guerra Mundial, realizó experimentos genéticos como la disección de bebés vivos o la inyección de un colorante en los ojos de los prisioneros en el campo de concentración de Auschwitz. Menguele murió en el municipio brasileño de Embu das Artes con el nombre de Wolfgang Gerhard, la falsa identidad que usó desde 1975.
Muchos otros escaparon a Chile. Walter Rauff un oficial de alto rango de las SS quien inventó los "Camiones de la muerte" con los cuales 500.000 prisioneros fueron asesinados con el gas letal en Auchwitz. Rauff llegó a América del Sur en 1950 y murió en Santiago en 1984.
El mismo destino eligió Paul Schaeffer quien comenzó su carrera en las Juventudes Hitlerianas antes de subir de puesto. Llegó a Chile en 1960 y comenzó a delinquir además de ser un pederasta conocido. No fue arrestado por las autoridades chilenas hasta 1996. Falleció en 2010 en el hospital de la expenitenciaría de Santiago de Chile.
Algunos nombres más que engrosan las listas de los fugitivos nazis huidos a Iberoamérica son: Franz Stangl, Gustav Wagner, Erich Priebke, Edward Roschmann, Aribert Heim, Andrija Artukovic, o Ante Pavelic entre muchos otros.