MADRID 18 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades sanitarias de Israel han notificado este viernes un más de 1.110 casos positivos de coronavirus por primera vez en casi cuatro meses, motivo por el que el ministro de Salud del país, Nitzan Horowitz, ha pedido que se aumenten las restricciones de movilidad o el uso de mascarilla.
En una entrevista este sábado con el Canal 13, Horowitz ha trasladado sus dudas sobre si las acciones que había tomado el Gobierno hasta el momento habían sido "insuficientes" ante el aumento de contagios.
"Estamos viendo un aumento de infecciones y casos graves ¿A qué estamos esperando? ¿Tener miles de casos al día? ¿Cientos en estado grave? ¿Para que los hospitales se llenen? Tenemos que dejar de jugar", ha aseverado el encargado de la cartera de Salud.
Además, funcionarios del Ministerio están pidiendo que se vuelva a poner en funcionamiento el certificado de vacunación, conocido como 'Green Pass', para limitar la asistencia a espectáculos, restaurantes y hoteles, recoge 'The Times of Israel'.
Este certificado permite el acceso a determinados espacios tan solo a aquellas personas que estén vacunados contra la COVID-19, que presenten una prueba de detección del virus con resultado negativo, o que hayan pasado la enfermedad recientemente.
Sin embargo, algunos expertos en salud del país han recordado que, aunque el número de contagios está en aumento y se están registrando cifras récord en los últimos meses, el número pacientes en estado grave sigue siendo mucho menor que en brotes anteriores gracias a la campaña de vacunación masiva que se ha dado en Israel.
Además, a partir de este miércoles se pondrá en marcha una normativa que limitará el aforo en locales de celebración de bodas, fiestas y otros eventos, bajo una sanción económica de 5.000 sequels (unos 1.300 euros) a los encargados de aquellos establecimientos que se salten la norma.
Por su parte, el director general del Ministerio de Salud, Nachman Ash, ha trasladado este sábado su idea de que no se lleve a cabo un nuevo confinamiento a causa del coronavirus, pero que no podía descartar esta idea de forma rotunda. "Puede pasar cualquier cosa, pero no queremos llegar a una situación de encierro", ha dicho en una entrevista para Canal 12.
Este viernes, en una evaluación de la situación de la pandemia celebrada en Tel Aviv, el primer ministro del país, Naftali Bennett, trasladó su preocupación porque la protección brindada por las vacunas contra la COVID-19 era "más débil" de lo que esperaban contra la variante Delta.
"Cualquiera que esperase que las vacunas por sí solas resolvieran el problema, que sepa que no lo harán", dijo Bennett en la reunión a la que asistieron ministros, funcionarios de Salud, miembros del Consejo de Seguridad Nacional, Policía y militares.
"No sabemos exactamente en qué medida ayuda la vacuna, pero es significativamente menos" contra Delta que las cepas anteriores. "Todos esperamos ver una desaceleración, pero los hechos en este momento son que no hay desaceleración, ni aquí ni en todo el mundo", aseveró Bennett.
En este contexto, las autoridades sanitarias del país incluirán a España en la lista de países a los que los israelíes tienen prohibido viajar debido a la alta incidencia del virus. Se unirá así a otras naciones como Uzbekistán, Argentina, Bielorrusia, Brasil, Sudáfrica, India, México y Rusia.