MADRID 7 Jul. (EUROPA PRESS) -
La segunda mayor ciudad de Australia, Melbourne, vivirá seis semanas bajo confinamiento por el repunte de casos de coronavirus detectado en los últimos días, ha anunciado este martes el ministro principal del estado de Victoria, Daniel Andrews.
La medida entrará en vigor en la medianoche del martes al miércoles, después de que se hayan confirmado 191 nuevos contagios solo en el estado de Victoria, una cifra sin precedentes desde el inicio de la pandemia de COVID-19. Las autoridades estiman que hay al menos 772 casos activos, según la cadena pública ABC.
Andrews ha reconocido que, con estos datos, "es simplemente imposible" poder rastrear los contactos de todos los contagios para contener posibles focos. "Estamos en el inicio de algo muy, muy malo si no tomamos medidas ahora", ha advertido el dirigente al anunciar las nuevas restricciones.
Los residentes de Melbourne --y de la aledaña comarca de Mitchell-- no podrán salir de casa salvo para trabajar, hacer la compra, practicar ejercicio o acudir al médico, entre otras tareas consideradas básicas.
Las fuerzas de seguridad también vigilarán el perímetro de la zona confinada para evitar que el virus pueda extenderse a otras zonas del país. Desde medianoche está cerrada el límite entre Nueva Gales del Sur y Victoria, 2.100 kilómetros de frontera vigilada ahora por las Fuerzas Armadas.
"No es donde queríamos estar, pero tenemos que enfrentar la realidad de nuestra situación. No hacer nada tenía consecuencias mortales", ha dicho Andrews en un comunicado, en el que ha admitido que "no habrá algo parecido a la 'normalidad'" hasta que no haya una vacuna o un tratamiento efectivo frente a la COVID-19. "Por cada restricción que te saltes o recomendación médica que ignores, la consecuencia puede ser la vida de alguien", ha añadido.