VILLAVICENCIO (COLOMBIA), 7 (Reuters/EP)
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha señalado este martes que una derrota suya en las elecciones presidenciales del próximo 25 de mayo podría poner en peligro las negociaciones de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y prolongar el violento conflicto interno que ya lleva medio siglo.
Santos, que ha entablado el primer diálogo con la guerrilla en más de una década, busca la reelección y aunque es el favorito para los comicios tendría que medirse en segunda vuelta con rivales como el candidato uribista Óscar Zuluaga, un crítico de las negociaciones que se celebran en Cuba.
Zuluaga, un exministro de Hacienda derechista aliado al expresidente Álvaro Uribe, ha dicho que a menos que las FARC declaren una tregua unilateral, suspendería las negociaciones con el grupo rebelde si llega al poder. Hasta ahora la guerrilla ha estado en contra de tomar esta decisión.
"La verdad que no me gustaría que fuera así, pero con otras personas este proceso de paz no tendría el mismo futuro, hay candidatos que abiertamente han dicho que romperían el proceso", ha dicho Santos en una entrevista con Reuters en la ciudad de Villavicencio, en la zona central de Colombia.
"Mucha gente me ha dicho: 'usted tiene que ser el presidente porque sino todo esto que hemos venido construyendo y la posibilidad de la paz colapsa'", ha añadido el mandatario colombiano, que ha insistido en que, en el fondo, "se está decidiendo entre la guerra y la paz".
La mayoría de los colombianos apoya los esfuerzos para acabar con un conflicto que ha cobrado más de 200.000 vidas, aunque muchos dudan de la voluntad de paz de la guerrilla y otros se oponen a que los líderes rebeldes puedan llegar a convertirse en congresistas sin cumplir largas condenas.
Santos, que ha cosechado apoyo por mantener el crecimiento de la economía y atraer la inversión extranjera, hizo del proceso de paz su principal bandera electoral en la carrera por ganar un segundo periodo de cuatro años.
LAS NEGOCIACIONES
En las negociaciones de paz se han acordado reformas para dar acceso a la tierra a los campesinos pobres y también las garantías para el ejercicio de la oposición política para que la guerrilla abandone las armas y se convierta en un partido.
"Ellos tienen una posibilidad de avanzar políticamente, de eso se trata la democracia. Lo otro sería mantener la guerra y eso es irracional", ha añadido Santos, que ha deslizado la posibilidad de iniciar un proceso de diálogo también con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda fuerza rebelde del país, en lo que resta de su actual mandato.
"Si hay probabilidad. Yo no estoy haciendo cálculos electorales con los tiempos de la negociación, las cosas suceden cuando tienen que suceder", ha apostillado. De todos modos, Santos ha aseverado que los colombianos son los que finalmente tendrán la decisión en sus manos.
En este sentido, ha explicado que cualquier borrador de un pacto iría a un referendo antes de ser enviado al Congreso para su aprobación. "Los colombianos tienen la última palabra, si rechazan la paz, pues seguiremos en la guerra, (...) sería un poco irracional que una sociedad vote por continuar en guerra en lugar de vivir en paz", ha sentenciado.