BOGOTA, 1 Ene. (Reuters/EP) -
Al menos trece guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) murieron en un bombardeo del Ejército en una zona selvática del noroeste de Colombia, cerca de la frontera con Panamá, en el segundo golpe contundente contra el grupo rebelde desde que comenzó del diálogo de paz en octubre, según informó el martes el Gobierno.
La operación se produjo el lunes cuando aviones y helicópteros de la Fuerza Aérea bombardearon un campamento del quinto frente de las FARC, cerca del municipio de Chigorodó, en el departamento de Antioquia.
"Se logró la neutralización de 13 narcoterroristas, entre ellos seis mujeres y siete hombres; así como la incautación de 12 fusiles e información útil para la inteligencia militar", informó en un comunicado la Fuerza Aérea.
A comienzos de diciembre, 20 guerrilleros de las FARC perdieron la vida en un bombardeo similar cerca a la frontera con Ecuador, en el suroeste del país.
El Gobierno de Colombia y las FARC iniciaron en octubre en Noruega una negociación de paz, el primer intento en más de una década por poner fin al conflicto interno de casi 50 años que se ha cobrado miles de vidas y ha impedido un mayor crecimiento para la cuarta mayor economía de América Latina.
En noviembre, las dos partes iniciaron la negociación formal en Cuba y la guerrilla declaró un cese unilateral de hostilidades por dos meses que vence el 20 de enero, el primero en más de una década, una decisión que argumentaron estaba dirigida a facilitar el proceso de paz.
Sin embargo, el Gobierno de Bogotá ratificó las operaciones contra la guerrilla y anunció que un alto el fuego sólo se dará al final del proceso de paz, si resulta exitoso. Horas después del anuncio de la tregua, el Ejército acusó a la guerrilla de haberla violado con ataques en el suroeste de Colombia.
Las FARC han criticado al presidente colombiano, Juan Manuel Santos, por mantener las acciones ofensivas contra la guerrilla, una actitud que consideran contraria a la buena sintonía del diálogo.
Pese a que han sido debilitadas por una década de ofensiva militar en la que han muerto varios de sus comandantes y por la deserción de miles de combatientes, las FARC mantienen la capacidad de realizar ataques de gran impacto, inclusive en los centros urbanos y en sectores como el petrolero.
El presidente Santos dijo recientemente que el diálogo con el que se busca el fin del conflicto debe tardar máximo hasta noviembre próximo.
Las FARC, consideradas como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, se han declarado en contra de poner un límite de tiempo a la negociación, con el argumento de que no se puede solucionar en meses las causas de un conflicto de casi medio siglo.
El Gobierno y la insurgencia reanudarán en los próximos días en la capital de Cuba la negociación de paz.