BOGOTÁ 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Colombia, Iván Duque, anunció el lunes que si el Ejército de Liberación Nacional (ELN) pretende algún tipo de diálogo "tiene que liberar a todos los secuestrados y poner fin a las acciones criminales", en relación a la petición de los organizadores del paro que abogaron por una reunión entre el Gobierno y la organización paramilitar para avanzar así hacia el fin de la violencia que vive el país desde hace varias décadas.
"He sido claro: si el ELN tiene un compromiso de paz con Colombia tiene que liberar a todos los secuestrados y poner fin a las acciones criminales; de lo contrario, terminamos por validar la violencia", ha aseverado Duque.
"Quien acepta conversar o negociar en medio del crimen, lo está validando como un mecanismo de presión al Estado", aseguró Duque, quien sostuvo además que sería "una hipocresía" que él hablase de paz y permita que "haya criminales atentando contra el pueblo colombiano", tal y como ha recogido el periódico local 'El Espectador'.
La semana pasada, los promotores de la huelga nacional y algunas fuerzas políticas solicitaron al presidente de Colombia que, entre otras cosas, cumpliese de manera íntegra el acuerdo alcanzado con la antigua guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y que "explorase nuevas posibilidades de retomar los diálogos con el ELN.
Sin embargo, Duque recordó que tras la anterior Administración de Juan Manuel Santos, se produjeron "más de 400 atentados, más de 100 asesinatos y una decena de secuestros", una vez se evaluó la posibilidad de un diálogo con el ELN. En ese sentido, también tuvo palabras de recuerdo para los 23 policías asesinados en la Escuela de Cadetes en Santander el pasado mes de enero.
"A mí me dolió en el alma lo que vimos en enero. Eso no fue un ataque a una guarnición militar, eso fue un carro bomba en un centro educativo en un lugar donde muchachos indefensos se estaban preparando para servirle al país como policías y vilmente fueron asesinado", denunció el mandatario colombiano.
Tras ese atentado, Duque decidió cancelar la mesa de negociación que el Gobierno planeaba organizar en La Habana con la organización guerrillera de extrema derecha, así como la suspensión de las órdenes de captura de los 10 paramilitares que se habían presentado para formar parte de ese diálogo.