Actualizado 03/06/2014 20:07

Seis de cada diez brasileños consideran que el Mundial será malo para el país

SAO PAULO, 3 Jun. (Reuters/EP) -

Seis de cada diez brasileños consideran que el Mundial de Fútbol será malo para su país, según un sondeo difundido a poco más de una semana de que se inicie el torneo --el 12 de junio-- y en un contexto de protestas contra el dinero invertido por el Gobierno en nuevas infraestructuras.

El sondeo, elaborado por el Pew Research Center a partir de 1.003 entrevistas, cifra en el 72 por ciento el índice de insatisfacción general en Brasil. El dato supone un repunte en comparación con el 55 por ciento recogido en 2013, justo antes de que estallaran las mayores revueltas en dos décadas.

Parte del malestar de la ciudadanía tiene que ver con los esfuerzos dedicados por la Administración al Mundial de Fútbol. Seis de cada diez personas encuestadas consideran que será malo para Brasil y abogan por mayores inversiones en sanidad, escuelas o transporte público.

Dos terceras partes ven a la economía en mal estado y sólo el 32 por ciento creen que las cosas van bien. Hace un año, quienes eran optimistas en relación a la economía representaban el 59 por ciento.

En cuanto a las preocupaciones, delincuencia, salud y corrupción política continúan encabezando la lista si no se tienen en cuenta otras cuestiones de índole puramente financiera.

ROUSSEFF

La encuesta, que tiene un margen de error de 3,8 puntos, cifra en el 48 por ciento la proporción de brasileños que consideran que su presidenta, Dilma Rousseff, es una "buena influencia" para el país. Un 52 por ciento, en cambio, marcó la opción de "mala", una tendencia que se acentúa en aspectos como la lucha contra la corrupción y la delincuencia.

Aun así, el 51 por ciento de los ciudadanos tienen una opinión favorable de Rousseff, muy por encima de los datos obtenidos por sus potenciales rivales políticos para las elecciones de octubre. Aecio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), cuenta con una popularidad del 27 por ciento, mientras que la de Eduardo Campos, del Partido Socialista Brasileño (PSB), es del 24 por ciento.