BRASILIA, 9 Sep. (EUROPA PRESS) -
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha asegurado que desconocía la existencia de la supuesta trama de corrupción en la empresa estatal Petrobras, pero ha remarcado que el Gobierno ya ha pedido toda la información necesaria para depurar responsabilidades en caso de que sea necesario, según ha explicado en una entrevista concedida al periódico 'Estado de São Paulo'.
"No tenía la menor idea de que eso pasaba dentro de Petrobras", ha dicho, asegurando que no tuvo "ninguna de desconfianza" en relación a los "malos hechos" que supuestamente ocurrieron en la compañía pública mientras era la directora de su Consejo de Administración.
Al ser preguntada sobre si tuvo presiones para mantener en la dirección de la empresa al equipo que la dirigió durante el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva ha explicado que sustituyó "a aquellos que no consideraba los mejores para el equipo".
Rousseff, que se ha visto directamente salpicada por este escándalo en medio de la campaña para su reelección, ha querido subrayar que "si hubo alguna cosa, como todo indica, todas las sangrías que eventualmente pudieran existir ya han parado".
Además, ha dicho que ya ha dado órdenes al ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, para obtener más información de la Policía Federal. "Si hubiera algún trabajador del Gobierno, cualquier persona del Gobierno involucrada, nos gustaría tener acceso a las informaciones para tomar las medidas necesarias", ha indicado.
Para esquivar las acusaciones contra el Partido de los Trabajadores (PT) ha argumentado que no es que ahora haya más corrupción, sino que se investiga más: "Quien no investiga no descubre. No hemos metido nada en el cajón. No hemos dejado nada escondido bajo la alfombra. Lo que ha aumentado es la investigación", ha subrayado.
A este respecto, Rousseff ha advertido a los demás partidos políticos en contra de intentar sacar ventaja electoral del escándalo de Petrobras. "Hoy hay investigaciones electorales. Los candidatos no pueden olvidar sus tejados. Yo no voy a hablar del tejado de nadie, pero no deben olvidar sus tejados", ha apuntado.
SILVA, TRANQUILA
El candidato presidencial del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), Aécio Neves, pidió el fin de semana a Rousseff, durante un acto electoral, que endureciera su postura sobre la corrupción en la empresa estatal.
La aspirante del PSB, Marina Silva, por su parte, ha calificado de "frívola" la mención a Campos en el esquema de corrupción de Petrobras, y dijo que reaccionará a esas denuncias "con tranquilidad, conversando con las personas".
Su equipo de campaña intentará centrar la cuestión en la gestión que el PT ha hecho de la compañía estatal, intentando vincular al partido de Rousseff con las irregularidades cometidas en la empresa, que ha perdido la mitad de su valor en el mercado en los últimos tres años.
ÚLTIMAS REVELACIONES
Según publicó la semana pasada la revista 'Veja', el ex director de abastecimiento de Petrobras Paulo Roberto Costa habría mencionado a decenas de parlamentarios aliados del Gobierno, un ministro y tres gobernadores entre los involucrados en una operación de sobornos para conseguir contratos con la petrolera.
De acuerdo con 'Veja', la llamada 'Operación Lavado de Autos' "funcionó a todo vapor en los últimos tres Gobiernos del PT (Partido de los Trabajadores) y tenía como objetivo mantener intacta y fiel su base de apoyo en el Congreso".
Entre los acusados por Costa, bajo delación compensada, están los presidentes de la Cámara de Diputados, Henrique Eduardo Alves, y del Senado, Renan Calheiros, ambos del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que apoya a Rousseff.
Costa también mencionó al ministro de Minas y Energía, Edison Lobão, y tres gobernadores, entre ellos, Eduardo Campos, que falleció el pasado 13 de agosto en un accidente aéreo, dejando vacante la candidatura presidencial del Partido Socialista Brasileño (PSB).