BRASILIA, 17 Abr. (Reuters/Notimérica) -
La Cámara baja del Congreso de Brasil decidirá el domingo si comienza un juicio político contra la presidenta, Dilma Rousseff por cargos de manipulación de las cuentas presupuestarias, iniciativa que podría acelerar el fin a 13 años de gobierno del Partido de los Trabajadores (PT).
La crisis política, que se produce mientras Brasil vive su peor recesión desde los años 30, ha dividido profundamente al país sudamericano y provocó un agrio pulso entre Rousseff y su vicepresidente, Michel Temer, quien la sucedería si es destituida.
En una frenética ronda de negociaciones de última hora, Rousseff pareció recuperar el sábado el apoyo de algunos legisladores indecisos, sin alcanzar aún el tercio de votos necesario en la cámara de 513 escaños para evitar ser sometida a un juicio político en el Senado.
El carismático predecesor de Rousseff, Luiz Inácio Lula da Silva, lideró la ofensiva negociadora para mantenerla en el cargo e hizo que gobernadores de varios estados presionaran el sábado a los parlamentarios, devolviendo el impulso en favor de la mandataria.
"La participación de los gobernadores está demostrando ser decisiva", dijo Paulo Teixeira, uno de los líderes del PT en la Cámara baja.
Miles de policías iban a ser desplegados el domingo en Brasilia, y en las megalópolis de São Paulo y Río de Janeiro, donde se espera que cientos de miles de manifestantes a favor y en contra del juicio político tomen las calles.
Una valla de 2 metros de alto levantada en el exterior del Congreso, a lo largo de más de 1 kilómetro, simboliza la aguda división política en la que sigue siendo una de las sociedades más desiguales del mundo.
Los sondeos sugieren que más del 60 por ciento de los 200 millones de habitantes de Brasil está a favor del juicio político a Rousseff, cuyo círculo íntimo se ha visto salpicado por un gran escándalo de corrupción en la compañía estatal Petrobras.