BRASILIA, 23 Ago. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Jair Bolsonaro ha enviado una circular a sus diplomáticos en el exterior para instarles a defender a Brasil frente a las críticas que ha recibido en los últimos días por el aumento de los incendios en la selva amazónica, en particular para presumir de supuestas credenciales en materia de medio ambiente.
El Ejecutivo brasileño ha enviado una circular de 12 páginas a sus embajadas alrededor del mundo en la que muestra datos y estadísticas que los diplomáticos deben citar para defender la posición de las autoridades sobre la crisis en la Amazonia. El texto, al que ha tenido acceso Reuters, alude a políticas y datos en 59 ámbitos en los que Brasil ha sido objeto de críticas.
Según diplomáticos contactados por Reuters, la presión en Brasil ha aumentado en los últimos días tras la difusión de imágenes de la selva tropical en llamas. Los principales reproches han venido de líderes de países como Reino Unido, Francia y Alemania, que han expresado su preocupación por los incendios.
El documento menciona, por ejemplo, que la deforestación alcanzó su punto máximo a mediados de la década de 1990 y se redujo en un 72 por ciento entre 2004 y 2018. Sin embargo, no señala que la deforestación ha aumentado constantemente desde 2012, en parte debido a la economía brasileña y los recortes presupuestarios que generaron una menor vigilancia de las normas ambientales.
Los datos preliminares de este año sugieren que la deforestación en la Amazonía brasileña aumentó un 67 por ciento en julio en comparación con el mismo período de 2018 y que el número de incendios a nivel general ha subido un 83 por ciento este año.
"Es importante tener en cuenta que en las últimas décadas, Brasil ha podido combinar la producción agrícola con la conservación", reza el documento. "Más del 60 por ciento del territorio de Brasil (del Amazonas) está cubierto por vegetación natural, con actividades agrícolas limitadas a aproximadamente el 30 por ciento del territorio", añade.
Sin embargo, no menciona que Bolsonaro ha dicho repetidamente que Brasil tiene demasiadas tierras protegidas y que debería abrirse a la agricultura y la minería.
"Brasil ha sido enérgico en el control y la restricción de actividades irregulares que involucran a acaparadores de tierras, madereros y mineros, así como en la reducción de la deforestación y la invasión de tierras indígenas", dice la circular.