MADRID 21 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Misión en Bolivia de la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha hecho un llamado este lunes para que las campañas electorales se "desarrollen bajo un clima seguro, de libertad y no violencia", tras los recientes actos de violencia contra grupos y candidatos políticos.
En el marco del Día Internacional de la Paz y a dos semanas del inicio de las campañas electorales, la Misión ha condenado a través de Twitter los episodios de violencia registrados en el país en las pasadas semanas, "que estarían afectando los derechos de la ciudadanía y de las diversas tiendas políticas a realizar proselitismo".
Desde el 6 de septiembre, añade, nueve eventos de violencia han acontecido en las ciudades de Potosí, Sucre, La Paz, El Alto, Oruro, Cochabamba y Santa Cruz en contra de diferentes agrupaciones políticas. Comunidad Ciudadana (CC), CREEMOS, el Frente para la Victoria (FPV) y el Movimiento al Socialismo (MAS) han sido objeto de estos actos, y "en dos de éstos habría sido agredido personal de la prensa", según informa la Misión.
En este contexto de creciente crispación ante la proximidad de la cita con las urnas, la Misión ha hecho un llamado a todos los actores para que las campañas estén basadas en "la tolerancia, el civismo y el respeto mutuo", ya que "el deseo del pueblo boliviano de celebrar elecciones pacíficas debe prevalecer".
El pasado sábado, la Defensoría del Pueblo de Bolivia condenó a través de un comunicado "los actos de violencia y agresiones protagonizados al inicio de la campaña electoral por simpatizantes y militantes de algunas tiendas políticas que ahondan aún más la polarización política que se vive en el país ante las elecciones generales del 18 de octubre".
En concreto, la institución denunció lo ocurrido el 17 de septiembre en la ciudad de Oruro, donde grupos de personas lanzaron piedras a la caravana de la CREEMOS y profirieron insultos contra su candidato presidencial, Luis Fernando Camacho, y reprochó los actos de violencia protagonizados por la Resistencia Juvenil Cochala, que el sábado atacó a una caravana del MAS en la ciudad de Cochabamba.
Asimismo, condenó que grupos de personas impidieran a CC realizar un acto en El Alto y recordó la responsabilidad del Tribunal Supremo Electoral "de vigilar el desarrollo de la campaña electoral" para que tenga lugar en "un marco de respeto y tolerancia" para que la población "pueda ejercer sus derechos políticos" en los próximos comicios.
La actual crisis política en Bolivia estalló con las elecciones del 20 de octubre de 2019, cuando la oposición denunció un fraude electoral por parte del expresidente Evo Morales que vino a ser confirmado por la Organización de Estados Americanos (OEA) al detectar "irregularidades".
Morales dimitió y se exilió -primero a México y luego a Argentina-, dando lugar a una ola de disturbios que se saldó con más de 30 muertos en enfrentamientos entre partidarios y detractores suyos y con las fuerzas de seguridad.
Los partidos acordaron repetir las elecciones el 3 de mayo pero tuvieron que ser aplazadas por la pandemia de la COVID-19 y, después, se fijaron para el 6 de septiembre pero se aplazaron de nuevo, lo que también desencadenó protestas y movilizaciones.