El estatus del canal de Panamá y la política migratoria marcarán la agenda del secretario de Estado
MADRID, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, comienza este próximo sábado su primera gira por Centroamérica en un viaje que le llevará por cinco países de la región para tratar el estatus del canal de Panamá y defender la política migratoria de Donald Trump, uno de los primeros encontronazos internacionales del segundo mandato del presidente norteamericano.
Rubio viajará del 1 al 6 de febrero a Panamá, El Salvador, Costa Rica, Guatemala y República Dominicana para "avanzar la política exterior 'América Primero' de la Administración Trump", consistente en el "fortalecimiento de la seguridad nacional de EEUU, la protección de sus fronteras y el desarrollo de su prosperidad económica".
Sobre Panamá, Rubio ha avisado que China está ejerciendo una enorme influencia en la zona y ha acusado al país de incumplir las promesas que hizo para el traspaso definitivo del canal en 1999 y de ceder su explotación al Gobierno chino, afirmaciones que el Gobierno panameño ha negado categóricamente.
Más tarde, el enviado especial del Departamento de Estado para Latinoamérica, Mauricio Claver-Carone, ha realizado una comparecencia de prensa en la que ha subrayado que la situación en torno al Canal será uno de los asuntos clave a tratar y ha alertado de que la "gran presencia y control chino" en la infraestructrua representa una amenaza no solo para Estados Unidos y Panamá, sino para "todo el hemisferio".
"También se hablará obviamente del tema de migración. Panamá ha sido un aliado en el tema de migración, particularmente en el Darién y el programa de repatriación", ha manifestado Claver-Carone, quien ha apostado por seguir profundizando estos acuerdos. "Hay mucho trabajo que se puede hacer conjuntamente con Panamá en ese sentido", ha dicho.
En el resto de países de la gira, Rubio tratará "con altos funcionarios y líderes empresariales" maneras de "detener la migración ilegal y a gran escala" hacia Estados Unidos, según el comunicado publicado este viernes por el Departamento de Estado, en medio de los conflictos abiertos con países como Colombia sobre el modelo de deportaciones.
Claver-Carone ha profundizado que en El Salvador, Rubio se reunirá con el presidente Nayib Bukele, a quien ha ensalzado como el dirigente "más consecuente en estos momentos", razón por la que ha justificado que la primera llamada de secretario al asumir el puesto fuera con el líder salvadoreño.
El enviado especial ha subrayado que antes de Bukele, San Salvador era "la capital de asesinatos del mundo" y ahora es "la más segura". Además, ha abogado por reeditar el acuerdo de la primera Administración Trump para incluir al grupo criminal venezolano Tren de Aragua el pacto de "cooperación de asilo".
De El Salvador, Rubio se trasladará directamente hacia Costa Rica, donde se reunirá con el presidente Rodrigo Chaves, "un gran aliado que entiende muy bien la amenaza china". Con el mandatario costarricense se abordarán cuestiones migratorias y también sobre cómo afrontar la "presión" de Nicaragua y el régimen de Daniel Ortega.
A continuación, Rubio pondrá rumbo a Guatemala, donde se reunirá con el presidente Bernardo Arévalo, un mandatario nuevo en esta segunda andadura de Trump en la Casa Blanca pero al que, según Claver-Carone, Washington está "muy agradecido" por su colaboración en cuestiones migratorias y por su cooperación con los vuelos de repatriación. Además, el enviado especial ha destacado que es el único país de la región, junto a Belice, que reconoce a Taiwán.
Finalmente, Rubio pondrá rumbo a República Dominicana, donde se reunirá con el presidente Luis Abinader para hablar, entre otros asuntos, de la situación en la vecina Haití y la crisis migratoria y de seguridad a la que se enfrenta el país. "No hay país que sufra más la consecuencias de la Administración anterior" de Joe Bide, ha dicho.
Rubio prometió la semana pasada, en su primera declaración al respecto tras ser ratificado en el cargo por el Congreso de EEUU, una "política exterior pragmática" que en el caso de Latinoamérica se centrará sobre todo en la cuestión migratoria siguiendo lo que describió como una "agenda vanguardista" de Trump.