MADRID, 17 Ene. (Notimérica) -
Uno de los principales problemas de América Latina es "la adaptación de las instituciones a las nuevas demandas sociales", lo que puede deberse tanto a la "debilidad de las instituciones" como a su "excesiva adaptación a circunstancias que ya no se dan", según ha afirmado el director del Programa de América Latina del Instituto Universitario de Investigación José Ortega y Gasset y profesor de investigación del Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC, Ludolfo Paramio.
En declaraciones a Notimérica, Paramio ha explicado que adaptarse a la nueva realidad es fundamental para la sociedad latinoamericana: "Durante la década pasada unos 80 millones de personas han salido de la pobreza, pero el 70 por ciento de ellas son vulnerables ante el actual enfriamiento de la economía, y sus demandas pueden ser difíciles de satisfacer".
El estudio más reciente sobre el tema del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), realizado en septiembre del año pasado con datos de 18 países de la región, reveló que el 38 por ciento de la población se encuentra en este limbo social de vulnerabilidad.
Se trata de unos 200 millones de personas que no son pobres, pero tampoco ingresaron a la clase media y corren peligro de perder sus conquistas de la última década. Muchos han pasado de una situación de pobreza a otra de vulnerabilidad, por lo que atender sus necesidades es fundamental para la política del futuro de América Latina.
Otro de los retos para actualizar la política en la región es el de enfrentar la debilidad institucional, para lo que lo más urgente y general es "elevar el nivel de profesionalización de las administraciones públicas". Para Paramio, "el problema más llamativo" es "la debilidad de la justicia y de los policías y autoridades locales ante el crecimiento de la inseguridad y la infiltración del narcotráfico".
Sin embargo, las reformas del Estado y de la administración pública "no se justifican por sí mismas", sino que cada reforma que se proponga o emprenda debería analizarse "en términos de su impacto razonable en el desarrollo", según explica un estudio del Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD), titulado 'Administración Pública para el Desarrollo Hoy', que defiende la necesidad de una "teoría del desarrollo" para la región.
La generalización de la democracia en América Latina es relativamente reciente, ya que comenzó su implantación hace más de tres décadas y, desde entonces, se han hecho grandes avances. Sin embargo, la región todavía es reacia a la alternancia en el poder de partidos políticos, lo que incentiva "la corrupción", como una consecuencia de "la pérdida de credibilidad de los partidos políticos", ha aclarado Paramio.
Como ha explicado a Notimérica el director del Instituto de Comunicación Política (ICP) de México y consultor de campañas políticas, Javier Sánchez, "la democracia participativa no puede reducirse a los procesos electorales", ya que es necesario "establecer lazos de comunicación con la sociedad en donde no sólo intervengan ides, sino también sentimientos", lo que se conoce como "política simbólica".
LA CRISIS MEXICANA
La reciente desaparición de los 43 'normalistas' de México ha convulsionado al mundo, despertando las críticas al Gobierno de Enrique Peña Nieto y pidiendo medidas políticas más fuertes, ante lo que el presidente ha respondido con una plan de seguridad que introduce nuevos puntos para incrementar la seguridad.
Sin embargo, este año México ha realizado numerosas reformas, que van desde la de telecomunicaciones a la hacendaria, aunque la credibilidad y fortaleza del Gobierno no ha crecido. Este activismo estatal para liberalizar e impulsar la economía no ha dado todavía sus frutos.
Gran conocedor de las estructuras políticas, por su papel como director del Departamento de Análisis y Estudios del Gabinete de la Presidencia del Gobierno del ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero (entre 2004 y 2008), Paramio ha considerado que el programa de reformas de Peña Nieto responde a "problemas que estaban estancados desde hace tiempo y cuya superación es necesaria para que México vuelva a crecer al ritmo esperable".
Por su parte, Sánchez ha considerado que "el crecimiento de la economía y el proteccionismo estatal pueden ser una buena alternativa para resolver los problemas del país, primero en materia económica, luego en el ámbito social, siempre que sean bien comunicadas", ya que "de nada sirve gobernar bien, si se comunica mal".
Sin embargo, como ha añadido Paramio, la matanza de Iguala ha creado una "crisis política grave" que podría "paralizar los cambios", por eso, ahora la administración de Peña Nieto se enfrenta al problema de dar respuesta a "cómo devolver la confianza a la sociedad".
Para el director del ICP, Peña Nieto deberá en los próximos meses dar tres pasos: "Orientar la atención de los desaparecidos de Ayotzinapa al ámbito estrictamente judicial", "mejorar el crecimiento económico del país en el primer semestre del año" y "limpiar y transparentar la reputación pública derivada de la propiedad privada del presidente y sus funcionarios".
En los cuatro años que le quedan a Peña Nieto al frente del ejecutivo, "lo fundamental es la recuperación de la iniciativa política, no sólo frente al problema de la inseguridad, el poder del narcotráfico y el sentimiento social de desconfianza, sino también para poner en práctica las reformas y volver a impulsar la economía", ha concluido el experto.
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