MÉXICO DF, 9 Nov. (Notimérica) -
El director para las Américas de Human Right Watch (HRW), José Miguel Vivanco, aseguró que el Gobierno de Enrique Peña Nieto antepone los temas económicos antes que abordar la "crítica situación de derechos humanos que arrastra México", y que además se empeña en mostrar al mundo una imagen del país que es ficticia.
"Hoy día lo que ha salido a la luz es el otro México, el de los abusos, el de los sectores más vulnerables, el de la desesperación de los padres, campesinos que con gran ilusión lograron que sus hijos estudiaran y aspiraran a un mejor futuro y que se ven involucrados en esta pesadilla. Es un caso que indigna a cualquier persona decente en México y a nivel internacional y por eso esas marchas en México y todo el mundo", ha destacado Vivanco sobre la desaparición de los 43 'normalistas' de Ayotzinapa, según informa la revista 'Proceso'.
Este defensor de los derechos humanos considera que tanto la matanza de Iguala como la ejecución extrajudicial de presuntos delincuentes por miembros del Ejército de Tlatlaya han dejado el nombre del presidente y del país "por los suelos" y critica que en las investigaciones realizadas por el Gobierno haya habido una "improvisación permanente".
Además, reitera que el Ejecutivo de Peña Nieto comenzó a involucrarse en estas investigaciones por la presión internacional, ya que trata de guardar silencio en torno a los casos de violencia que se dan en el país, puesto que los considera "tóxicos" para su imagen internacional.
La matanza de Tlatlaya es, a juicio de Vivanco, un "crimen de Estado", ya que civiles desarmados fueron ejecutados extrajudicialmente por miembros del Ejército. Un crimen que, además, fue ocultado por las autoridades durante más de dos meses.
"Hay evidencias de que el 30 de junio un grupo de soldados rasos ejecutó a 12 personas, aunque podrían ser 15, y es tan grave la comisión del delito como su encubrimiento. La Procuraduría General de la República tuvo una actitud pasiva y atrasó el caso hasta el 23 de septiembre. Durante casi tres meses se engañó al país y se usó al sistema judicial para sostener una falsedad", defendió.
Este crimen, junto con el de Iguala, suponen los casos de violencia "más graves de la historia contemporánea de México y América Latina" y solo es posible entenderlos bajo el clima de impunidad y corrupción que vive México.
En ambos, el Estado actuó tarde e ineficientemente, sin poner en marcha todos los recursos con los que cuenta este país, que lleva inmerso en una grave crisis de derechos humanos, desde la llegada al poder de Felipe Calderón que decidió declararle la guerra al narcotráfico.
"No conocemos una situación similar a esto, salvo si nos remontamos a (la matanza de) Tlatelolco, a finales de los años sesenta. En esa época se producían desapariciones masivas donde nadie rendía cuentas, pero este caso se produce en el siglo XXI. Por eso lamentamos un hecho de esa magnitud a la vista de todos los mexicanos y la comunidad internacional", ha destacado.
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