MÉRIDA, 24 Oct. (Notimérica/Notimex) -
Arqueólogos del Centro INAH Yucatán han encontrado el complejo funerario prehispánico más grande hasta ahora en territorio de Mérida, México, en lo que fuera la ciudad maya de Ichcaansihó.
Ha sido descubierto hace poco más de dos semanas cuando se construía la nueva etapa del fraccionamiento llamado "Los Héroes", al oriente de la capital yucatana.
El especialista del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Yucatán, Luis Pantoja Díaz ha explicado que se trata de una unidad habitacional única, que se cree que formaba parte de la ciudad maya de Ichcaansihó, y el osario era un lugar usado para el depósito de los restos de la familia principal o influyente de la zona.
Los arqueólogos han identificado una plataforma piramidal, de unos seis metros de altura, con cuatro casas que forman un solo patio central en forma de cuadrángulo, todo ello ubicado en un área de 50 metros cuadrados, aproximadamente.
Para el Centro INAH Yucataán se trata de uno de los hallazgos funerarios más relevantes de los últimos tiempos, por lo menos en esta región, ya que "se tiene un contexto único dentro del área urbana de Mérida, encontrando vasijas grandes con entierros de infantes y nonatos, así como restos óseos quemados que confirman que los mayas cremaban a sus muertos " ha relatado el especialista.
En los trabajos se han encontrado 72 cistas y urnas funerarias de diversos tamaños, así como piezas de cerámica y varias vasijas que contenían los restos óseos de adultos, enterradas como parte del cimiento de las casas.
Asimismo, se han encontrado urnas con restos de niños y nonatos, pero estos estaban enterrados separados de los adultos, en lo que sería el patio central de la construcción piramidal.
ENTERRABAN A LOS NIÑOS APARTADOS DE LOS ADULTOS
"Los mayas precolombinos acostumbraban enterrar a los niños o aquellos bebés que nacieron muertos o fallecieron al nacer de esa forma, lejos de los adultos y se podía observar claramente varias pequeñas pirámides o pirámides a escala que servían a modo de lápida de los restos" ha subrayado Pantoja Díaz.
Las urnas estaban distribuidas según el sexo y la edad de las personas fallecidas. El yacimiento funerario ha sobrevivido a los largo de 14 siglos y los restos corresponderían al período Clásico Temprano -Tardío, del año 600 al 900 de nuestra era.
A fin de comprender el hallazgo en más profundidad, someterán a los restos a un estudio del ADN para comprobar si eran de una sola familia o de varias.
Además de las urnas, los investigadores han hallado cerámica con jeroglíficos y vasijas provenientes de otras partes del territorio, en especial de la región del Usumacinta. Esto hace pensar a los especialistas que los habitantes de este complejo eran personas con un importante poder de compra.
Debido a la importancia del hallazgo la zona será declarada área protegida.
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