TEGUCIGALPA, 6 ago, 6 Ago. (Reuters/EP) -
- Una prolongada sequía agotó las reservas de agua que surten a dos centrales hidroeléctricas de Honduras, lo que forzó al país centroamericano a ordenar racionamientos de energía, dijeron el miércoles funcionarios.
La suspensión del servicio será de cuatro horas al día durante al menos un mes y se distribuirá en tramos de mayor demanda de dos horas al mediodía y dos en la noche por áreas del país, excepto donde operan hospitales, cárceles, bases militares y policiales, dijo el subgerente técnico de la estatal Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), Luis Deras.
"Tenemos que recurrir a los racionamientos de cuatro horas diarias debido a que hemos agotado las reservas de agua para la época en las represas hidroeléctricas de Yojoa y El Cajón, debido a la prolongación del verano", aseguró el funcionario a periodistas.
La demanda de energía diaria de Honduras alcanza entre 1,275 y 1,375 megavatios pero en las horas de mayor consumo se eleva y genera una demanda adicional de entre 80 y 110 megavatios, agregó.
Las siete plantas hidroeléctricas del Honduras, todas propiedad de ENEE, representan un 33.4 por ciento de la capacidad instalada del sistema eléctrico del país, de acuerdo con información oficial.
La capacidad de generación de la planta hidroeléctrica El Cajón, la más importante del país, bajó a 232 megavatios, desde 300 megavatios, debido a la reducción del caudal de la represa.
Otras centrales también han bajado su productividad por la sequía, añadió.
"En septiembre esperamos que lleguen las lluvias y se empiece a recuperar el caudal de las represas hidroeléctricas y podamos hacer un uso mayor de su capacidad", aseguró Deras.
Jorge Abufele, dirigente de la Cámara de Comercio del departamento de Cortés, donde se encuentra el centro manufacturero de San Pedro Sula, advirtió que los racionamientos golpearán al sector empresarial.
"Sin energía nuestras industrias se tienen que parar y eso puede significar hasta más desempleo", señaló.
Honduras enfrentó su peor crisis energética entre 1994 y 1996 debido a un agotamiento del embalse de El Cajón, que llevó a racionamientos de hasta ocho horas diarias, hasta que el Gobierno contrató la compra de energía térmica privada.