GRABOVO (Ucrania) 17 jul, (Reuters/EP)
Un avión de pasajeros de Malaysia Airlines con casi 300 personas a bordo fue derribado el jueves sobre el este de Ucrania, aumentando la onda expansiva de un conflicto armado entre el gobierno de Kiev y separatistas prorrusos, que se culparon mutuamente de la tragedia.
El Boeing 777 en ruta de Ámsterdam a Kuala Lumpur, cayó cerca de la ciudad de Donetsk, un bastión de los rebeldes.
Decenas de cadáveres quedaron esparcidos alrededor de los restos humeantes del avión, que tenía en partes de sus alas los mismos colores del emblema de la compañía aérea de Malasia, dijo un periodista de Reuters que estaba en el lugar.
Ucrania culpó a los rebeldes, que desde hace meses combaten con las fuerzas armadas en busca de independizarse de la ex república soviética con la aprobación de Rusia.
"Más de 300 personas inocentes murieron (...) se sabe que 23 ciudadanos de Estados Unidos murieron", dijo Zoryan Shkyryak, un asistente del Ministerio del Interior de Ucrania, citado por la agencia de noticias Interfax.
Poco antes, el funcionario del Ministerio del Interior ucraniano Anton Gerashchenko había dicho a Interfax que unas 295 personas murieron por un misil antiaéreo Buk.
Pero el líder separatista Aleksander Borodai acusó a las fuerzas armadas ucranianas, que se defendieron negando rotundamente haber destruido objetivos en el aire.
La nave cayó a unos 40 kilómetros de la frontera con Rusia, en una región con mucha actividad militar.
Un trabajador de los servicios de emergencia dijo que al menos 100 cuerpos se habían encontrado hasta el momento en el lugar, cerca del pueblo de Grabovo y que los restos de la aeronave estaban dispersos en un área de 15 kilómetros de diámetro.
Ucrania ha denunciado a Rusia por tomar un rol activo en el conflicto de cuatro meses y la acusó el jueves de derribar un avión de combate, una denuncia que Moscú ha negado.
En una conversación que ya estaba prevista antes del derribo del avión, el presidente ruso, Vladimir Putin, habló el jueves con el mandatario estadounidense, Barack Obama, sobre la caída de la aeronave comercial y las sanciones que Europa y Estados Unidos han impuesto a Rusia por involucrarse en el conflicto.
Obama amenazó con incrementar las sanciones.
El Consejo de Seguridad del Kremlin dijo el jueves que Rusia no quiere una guerra con la "hermana nación" de Ucrania, según la agencia estatal de noticias RIA, y que confía en una solución política al conflicto en ese país.
Los mercados financieros globales fueron sacudidos por la noticia del avión derribado, ante temores de mayores tensiones mundiales por el conflicto en Ucrania.
PARTIÉNDOSE EN DOS
Malaysia Airlines confirmó el jueves que recibió una notificación del controlador de tráfico aéreo ucraniano de que había perdido contacto con el vuelo MH17 a las 1415 GMT a 30 kilómetros de Tamak, a unos 50 kilómetros de la frontera entre Rusia y Ucrania.
En el avión iban 280 pasajeros y 15 tripulantes según la aerolínea.
"Estaba trabajando en el campo con mi tractor cuando escuché el ruido de un avión y luego un golpe y disparos. Entonces vi el avión chocar contra el piso y partirse en dos. Había un denso humo negro", dijo a Reuters un testigo que sólo dio su nombre de pila, Vladimir.
El primer ministro ucraniano, Areseny Yatseniuk, ordenó una investigación de la "catástrofe aérea" en el este de Ucrania, dijo su portavoz Olga Lappo.
Su homólogo de Malasia, Najib Razak, también dijo que se iniciaron pesquisas y se confesó impactado por la noticia del desastre, que sucede después de que un avión de la misma aerolínea se perdiera sin dejar rastros el 8 de marzo en ruta hacia Pekín con 239 pasajeros y la tripulación a bordo.
Varias aerolíneas dijeron que iban a evitar espacio aéreo ucraniano en sus vuelos.