MADRID, 18 Feb. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente de Planificación de Venezuela, Ricardo Menéndez, ha explicado este lunes que en los últimos tres años se han contabilizado un total de 38.000 millones de dólares (33.500 millones de euros) en pérdidas directas en producción de bienes y servicios y en la actividad petrolera "a causa de las sanciones económicas y financieras impuestas por el Gobierno de Estados Unidos".
Menéndez ha señalado en una entrevista con la cadena Globovisión que 23.000 millones de dólares responden a efectos sobre el Producto Interior Bruto (PIB), mientras que 15.000 millones de dólares están relacionados con la empresa Citgo, filial de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) en territorio estadounidense.
"Si a esto le añadimos los 20.000 millones de dólares que se llevaron durante el sabotaje petrolero (2002), estaríamos hablando de 58.000 millones de dólares en pérdidas, es decir, casi 60.000 millones de dólares con los que han afectado a la República", ha argumentado Menéndez.
El mayor número de pérdidas en materia de producción coincidió con las denominadas "guarimbas", las protestas violentas de la oposición del año 2017, dado que las principales rutas comerciales quedaron afectadas.
En ese sentido, ha afirmado que resulta "cínico" que sectores de la oposición amparados por gobiernos extranjeros mencionen una supuesta ayuda humanitaria "cuando lo que han hecho es agredir a una nación soberana". "Queremos que cese la agresión económica, los crímenes de guerra y que nos permitan enrumbarnos a un proceso de recuperación económica", ha remachado.
Venezuela se encuentra sumida en una crisis política desde que el 23 de enero el presidente de la Asamblea Nacional, el opositor Juan Guaidó, se autoproclamase presidente encargado del país por no reconocer el nuevo mandato del presidente Nicolás Maduro. Estados Unidos ha reconocido a Guaidó como presidente legítimo y ha advertido de que hay varias opciones "sobre la mesa", incluida una intervención militar.
El propio Guaidó ha hecho repetidos llamamientos a la sublevación del Ejército y ha anunciado una amnistía para quienes se sumen a la rebelión. Desde entonces Maduro ha multiplicado sus actos con presencia de militares.