Actualizado 01/01/2017 07:14

El Peso, la actual moneda argentina, cumple 25 años ¿Cómo surgió?

Peso Argentino
PIXABAY

   BUENOS AIRES, 1 Ene. (Notimérica) -

   Hace 25 años Argentina daba la bienvenida al año 1992 con el cambio de moneda nacional al Peso Convertible, dejando atrás el tradicional austral, moneda del país desde 1985. Pero, ¿cuál fue el motivo del cambio?

   El Austral comenzó a circular por el país en 1985, tras sustituir al Peso Argentino --que solo duró dos años--. El objetivo de la puesta en marcha del Austral fue luchar contra la inflación que asolaba Argentina durante esos años, algo que al principio funcionó.

   Pero la divisa comenzó a dar problemas pronto. La caída de los precios internacionales durante los años 80 conllevó una escasa recaudación fiscal del país, debido a la necesidad de retirar los impuestos fronterizos, lo que fue uno de los principales motivos de la devaluación de la moneda y, por consiguiente, una aceleración de la inflación.

   Aunque durante el primer año el cambio de moneda cumplió su función, a la larga las circunstancias que se intentaban evitar se incrementaron, algo similar a intentar curar un hueso roto con tiritas. La inflación durante la época de vigencia del Austral fue tal que existían billetes de un millón de Australes.

   Esta solución cortoplacista debería haber conllevado otro tipo de medidas para la detención de la subida de la inflación. El cambio de moneda estuvo acompañado de otras medidas económicas --más tecnócratas que políticas-- como la congelación de los salarios y de los precios, todas inútiles a largo plazo.

EL PESO

   Para intentar parchear de nuevo una situación que es, como se ha visto, la idiosincrasia de la economía argentina, el 1 de enero de 1992 entró en vigor el Peso, con una equivalencia de 10.000 australes, debido a la hiperinflación que sufría el país.

   Aunque al principio, cuando se encontraba igualado al valor monetario del dólar estadounidense, solucionó la devaluación del Austral, esa situación se detuvo pronto.

   Argentina derogó en 2002 la Ley de Convertibilidad, de manera que separaba el valor de su moneda del dólar, lo que supuso un aumento galopante de la inflación en el país, llegando a perder más del 200 por ciento de su valor.

   En la actualidad, y con 25 años de historia, el Peso es una moneda débil y muy devaluada, que ha puesto de manifiesto la dificultad de solucionar el problema argentino con la inflación.